El proyecto piloto “Quiero mi Barrio” se consolidó como programa permanente, ahora llamado “Programa de Recuperación de Barrios” el que, a partir de este año incorporará a 50 barrios anualmente, con una serie de cambios detallados en el decreto 14, que está en tramitación.

El Secretario Ejecutivo de Desarrollo de Barrios del Ministerio de Vivienda, Mirko Salfate, explicó que la nueva normativa consolida tres grandes cambios y explicó sus alcances.

“Se desarrolla un mecanismo de focalización y concursabilidad para hacer transparente la definición de nuevos barrios, y permitir que distintos actores presenten barrios. Lo otro es definir distintos tipos de barrios. Estamos enfocados en sectores vulnerables, pero la diversidad es amplia y tuvimos que adecuarnos a distintos casos”, destacó.

El encargado del programa sostuvo que con esto se incorporan los barrios patrimoniales, con lo que se satisface una demanda ciudadana muy relevante, así como barrios de interés regional, que las mismas localidades levantan por sus particularidades, ya sea por aislamiento, por potencial turístico u otras condiciones.

Se suman también barrios críticos, de gran escala, los que requieren un esfuerzo multisectorial y por último, se retoman el trabajo con los condominios sociales. Además, se establece un cronograma a tres años, con una etapa de cierre y diagnóstico, en un modelo que está generando confianza con las organizaciones participantes.

Sobre este sistema se refirió Rosario Cavajal vocera de la organización “Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay”, uno de los dos barrios patrimoniales que hoy integran la iniciativa. “Hemos participado en muchas mesas técnicas sin llegar a puerto, tenemos desconfianza de esta instancia. Se estableció un cronograma con etapas de diagnóstico, de participación, y esperamos que resulte en un buen plan no sólo por Yungay, sino por ser un modelo que se replicaría en otras zonas típicas, entonces estamos conscientes del paso que se está dando”.

La dirigenta indicó que esperan que la iniciativa se siga expandiendo y pueda llegar a abarcar las 112 zonas patrimoniales de nuestro país ya que no sólo aporta fondos para la construcción e obras físicas, sino que también un equipo de asistencia, técnica, legal y social.

Por su parte, desde el ministerio evaluaron que este tipo de iniciativas contribuyen a la organización ciudadana y crean un sentimiento de orgullo barrial que ayuda a consolidar un modelo de sustentabilidad urbana, única manera afirman, de administrar territorios.