La joven salvadoreña que recibió el amparo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para interrumpir su embarazo podría ser sometida a una cesárea en los próximos días.
Beatriz, de 22 años, padece lupus y una enfermedad renal, por lo que su embarazo afecta gravemente su salud. Además, el feto no tiene cerebro. Sin embargo, El Salvador es uno de los cinco países de Latinoamérica, junto a Chile, Nicaragua, Honduras y República Dominicana, que prohíbe el aborto de manera absoluta y las mujeres que lo practican son encarceladas.
La compleja situación por la que atraviesa Beatriz ha despertado tanta presión internacional que el Ministerio de Salud de El Salvador indicó ayer que no descarta “ningún procedimiento” y que “no hay impedimento alguno” para aplicar la “medida idónea” en el caso de Beatriz, aunque sin precisar una solución definitiva.