Embarrassing. Así podrían resumirse los resultados del Simce de inglés 2012, entregados hace algunos días por la ministra de Educación, Carolina Schmidt. Pero bueno, qué podría esperarse en un país donde el 84% de las personas no entiende lo que lee. En castellano.
Sólo algunas cifras de la reciente medición. Cerca de 500 colegios no lograron obtener ningún alumno con nivel mínimo del idioma, es decir, casi 30 mil alumnos de colegios municipales y subvencionados.
Además, sólo un 18 por ciento de los escolares que rindieron la prueba de comprensión lectora y auditiva lo aprobaron y lograron certificar su nivel de inglés. Aun así, esto representa una mejora respecto de 2010, cuando un 11 por ciento de ellos logró niveles satisfactorios.
Punto aparte es la desigualdad que, como era de esperarse, también se reproduce en este índice. Un 83,3% de los estudiantes de nivel socioeconómico alto lograron certificarse, mientras que en el nivel más bajo, apenas fue un 0,8%.
Así las cosas, muy pocos jóvenes chilenos podrían comprender, por ejemplo, lo que se escribió sobre el movimiento estudiantil de 2011 en la prensa internacional como el New York Times o el británico The Guardian.
Es cierto, hay temas pendientes en el sector educación mucho más urgentes, como la desmunicipalización, la gratuidad, la real certificación de calidad, entre otros, pero el aprendizaje de este idioma no puede ser la última prioridad.
Según el EF EPI English Proficiency Index (EF EPI) de 2011, que mide el nivel del idioma de más de dos millones de personas en 54 países, clasifica a Chile en el lugar 36, noveno en la región y liderando los países con “muy bajo” nivel de inglés, junto a países como El Salvador, Siria y Argelia. Uno de los factores, según el informe, es la debilidad de la educación pública en general.
El mismo estudio hace una correlación positiva entre el nivel de conocimiento del idioma con las exportaciones de un país y la renta bruta nacional.
Según una encuesta realizada por Laborum.com sobre la importancia del inglés, el 98% consideró que tener conocimientos de la lengua es fundamental para acceder a mejores cargos laborales. Es más, el 46% de los encuestados afirmó haber quedado fuera de un proceso de selección -en al menos una ocasión- por no poseer suficiente manejo del idioma.
Al actual Gobierno se le puede reconocer iniciar esta evaluación en 2010 para saber qué tan mal estamos (más allá de los cuestionamientos a las pruebas Simce en general). Otras iniciativas positivas son el aumento de horas de esta asignatura para alumnos de quinto y sexto básico, y textos gratuitos para los niños del primer ciclo. Y claro, cómo olvidar a Luis Jara cantando “A stroke of luck” para informar sobre las becas entregadas por Corfo.
Pero a la luz de estos resultados, queda la sensación de que algo no está resultando, o que aún queda mucho por hacer. Hay que invertir más recursos en esto. As soon as possible.