Este 2 de julio de 2013, se cumplieron 27 años de un hecho atroz: una patrulla militar, comandada por el teniente del Ejército, Pedro Fernández Dittus, estaba compuesta por 3 civiles, 5 suboficiales y 17 soldados (26 en total)., apresaron a Carmen Gloria Quintana y a Rodrigo Rojas DeNegri, dos jóvenes que se manifestaban contra la dictadura militar en la comuna de Estación Central. Por oden de Fernández Dittus, la patrulla golpeó severamente a los jóvenes a golpes de puño y pié, y cuando estaban semi aturdidos en el suelo de un oscuro callejón, les empaparon completamente con bencina que extrajeron del depósito del camión militar que los transportaba y les prendieron fuego. Después, envolvieron sus cuerpos humeantes en mantas militares, los subieron al citado camión y fueron conducidos hasta un camino aislado en las afueras de Santiago, en Quilicura, cerca de lugar en que un año antes, Carabineros degollaran a tres profesionales comunistas. Allí, los arrojaron en una zanja de regadío para dejarles que murieran. Unos trabajadores agrícolas los encontraron y dieron aviso para que recibieran auxilio. Rodrigo moriría 4 días más tarde; Carmen Gloria logró sobrevivir desfigurada, de cuerpo… mas no de alma, afortunadamente.
Este 2 de julio de 2013, casi tres décadas después de aquella bárbara atrocidad, se ha producido una acción que nos reconcilia con nuestra Historia y, en último término, con nosotros mismos: el Concejo Municipal de Providencia acordó y aprobó cambiar el nombre de la Av. 11 de Septiembre por su denominación de origen: “Nueva Providencia”… (Irónicamente, aunque contrario a la propuesta, fue el Concejal de RN Manuel José Mönckeberg quien dió el quórum necesario para sesionar y materializar la iniviativa).
Este histórico hecho conlleva un significado político, social y cívico profundo, nacido del anhelo de los ciudadanos por este cambio sanador para la memoria cívica, algo que fue recogiendo durante su campaña la alcaldesa Josefina Errázuriz, una real aspiración que nacía de la comunidad viva de Providencia, pero que reflejaba la aspiración de la gran mayoría de los chilenos que hoy, sin duda, la respaldan y aplauden.
Era impresentable que una fecha tan oprobiosa para miles y miles de chilenos -como el 11 de septiembre de 1973- fuera recordada por una moderna avenida de Santiago. Porque esa fecha en la Historia de la patria común fue, hace 40 años, el punto inicial a partir del cual tantos atroces crímenes -como el de Rodrigo y Carmen Gloria- pudieron tener lugar en Chile de la mano de las Fuerzas Armadas y del grupo de civiles que concomitaron con la dictadura de Pinochet.
Por ello, lo acontecido hoy en la Municipalidad de Providencia es, definitivamente, un paso enorme hacia la normalización democrática de nuestra sociedad, a partir de una inciativa emblemática a través de la que esa comuna salda una deuda pendiente con Chile.