Fuerzas especiales israelíes penetraron esta mañana en el lujoso centro comercial Westgate de Nairobi en Kenia, tomado por asalto desde este sábado en la mañana por un comando islamista, para ayudar en el rescate de los rehenes y socorrer a las víctimas.
Entre 10 y 15 agresores siguen enfrentándose después de más de 24 horas a las fuerzas de seguridad en el mall, donde el público que suele asistir masivamente durante los fines de semana vivió escenas de pánico tratando de huir del lugar. Hasta el momento las autoridades contabilizan 59 muertos, entre ellos, dos canadienses, tres británicos y dos francesas, además de un centenar de heridos.
Según el ministerio del Interior, los atacantes están aislados en algún lugar de la planta baja o en el sótano. Desde un primer momento se pensó que las milicias shebab que reivindicaron el hecho en las redes sociales habían cometido el ataque, pues las Fuerzas Armadas de Kenia mantienen una presencia en el sur de Somalia desde el 2011 en el marco de una fuerza africana multinacional que apoya al gobierno somalí en su lucha contra los islamistas.
El ataque
El ataque se produjo el sábado en el lujoso centro comercial Westgate mall, frecuentado por ricos clientes y expatriados en Nairobi, la capital de Kenia. Los hombres armados entraron al recinto tiroteando a quienes encontraban a su paso.
Algunos minutos más tarde la policía rodeaba el recinto, e intentaba evacuar a la mayor cantidad de gente del centro comercial, pero los subversivos tomaron a 7 personas como rehenes.
Habitualmente lleno de público los fines de semana, este centro comercial ubicado a algunos pasos de la sede local de la ONU, es comúnmente señalado como blanco de posibles atentados de grupos ligados a Al Qaeda, en especial los islamistas somalíes shebab, que han amenazado vengarse del apoyo militar de Nairobi al gobierno somalí.
Martin Nesirky, portavoz del secretario General de la ONU, dijo que Ban Ki-moon, sigue con mucha preocupación el ataque mortífero y llamó al presidente Uhuru Kenyatta, para manifestarle su solidaridad.
El ataque inédito en la capital de Kenia podría ser el más grande después del atentado suicida de Al Qaeda contra la embajada de EEUU en Nairobi en 1998 que dejó 200 muertos.
