Después de un fuerte escándalo el año pasado que se desató por la filtración de 9 a 13 preguntas de este relevante examen, en pocos días se vuelve a rendir el EUNACOM.

La Asociación de Facultades de Medicina de Chile (Asofamech) en un extracto en la prensa este fin de semana declaró que conforme a la fragilidades demostradas en la construcción de las preguntas de la prueba se conformó una mesa de trabajo con el ministerio de Salud y el Colegio Médico con lo que se resolvió excluir a las escuelas de medicina de la elaboración y revisión de preguntas desde este año.

Esta función quedó en manos de un registro público de especialistas. Además, indicaron que la investigación por la filtración concluyó que no existía delito y se decidió no proceder.

Respecto de esta situación se refirió el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris: “Se desterró la investigación por parte de la fiscalía no encontrándose por la fiscalía elementos que podrían constituir delito, sin embargo, el encargado del examen Eunacom va a emitir un informe que transmite en forma bastante transparente que fue lo que se encontró, que aunque no era constitutivo de delito sí se encontraron faltas porque obviamente de alguna manera se conocieron algunas preguntas”.

La Asofamech realiza su propia investigación y afirmó que se reserva el derecho de emprender nuevas acciones si surgen los antecedentes. Esto, siempre con la finalidad de conservar la credibilidad del examen, al que se le realizaron algunas modificaciones. En la mesa de trabajo también participaron los internos de medicina a través de la Asociación de Estudiantes de Medicina de Chile (Asemech).

La presidenta del organismo, Beatriz Koryzma se refirió a lo que catalogó como uno de los mayores avances: “Este puntaje que se otorgaba a cada escuela es por resultados públicos, servían para que las escuelas manifestaran en el fondo que tenían, unas mejores resultados que otras, y eso se utilizaba para justamente argumentar que la calidad de la formación en general de las distintas escuelas es mejor al obtener mejores puntajes. Se acordó que estos resultados ya no van a ser de carácter público, sino que se van a entregar sólo en las escuelas como método de retroalimentación”.

La también presidenta del Centro de Estudiantes de Medicina de la Universidad de Concepción afirmó que aún así sostienen una crítica de fondo al sistema, ya que esta evaluación se hace necesaria sólo porque la acreditación de las carreras es insuficiente para brindar garantías a la población sobre la calidad de los egresados. Esta mirada la compartió el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Andrés Fielbaum.

“Toda esta lógica de pruebas estandarizadas intenta reemplazar las falencias que tienen los procesos educativos previos justamente porque en Chile lo que impera es el lucro, el negocio, no el derecho a la educación. Cuando un estudiante estudia Medicina por 7 años, saca puros 6 y después rinde la prueba le dicen que no puede ejercer, finalmente se está cargando al estudiante una responsabilidad que claramente es culpa de la universidad, porque el estudiante rindió los cursos que tenía que rendir y lo hizo bien. Más aún estas pruebas lo único que logran es que el último año en vez de estar enseñando a los estudiantes a ser médico, lo que hacen es adiestrarlos para que puedan responder la Prueba Eunacom, y por lo tanto eso determina aún más decidiendo la calidad de la educación”, explicó el presidente de la FECH.

Por su parte, el ministro Mañalich reiteró sus críticas al Eunacom y defendió el ingreso de médicos extranjeros al país, mostrándose en contra de las barreras de entrada que se han puesto. Esto contrasta con la visión de los docentes quienes han reiterado la importancia de que se rinda este examen y se pueda certificar que los profesionales que trabajan en el servicio público estén cien por ciento habilitados.

Así, este 11 de diciembre se rendirá nuevamente el examen, que genera fuertes desencuentros. Esto se da en medio en un contexto complejo, cuando en Educación se cuestiona fuertemente las pruebas estandarizadas y la calidad de las acreditaciones y, en Salud, está abierto un debate sobre la falta de especialistas en la Salud Pública, que ha generado movilizaciones de diversos actores del sector.