Un histórico y polémico proceso se selló en el senado uruguayo la noche de martes. Luego de meses de analizar la propuesta presentada desde el gobierno que dirige José Mujica, se alcanzaron los votos para aprobar la producción y comercialización de marihuana de manera legal.
La disputa entre oposición y oficialismo fue dura, a nivel ciudadano, la medida tampoco alcanza consenso entre sus habitantes, quienes ven con diferente matiz los alcances del proyecto.
De esta manera y a la espera de la promulgación presidencial, Uruguay se convierte en el primer país en el mundo en legalizar toda la cadena del cannabis, su producción, venta y consumo.
En un plazo máximo de diez días, cuando el Poder Ejecutivo promulgue la reforma, cualquier uruguayo mayor de dieciocho años podrá tener en su casa hasta seis plantas de cannabis.
Para el resto de la aplicación de la ley habrá que esperar un plazo de reglamentación, de forma que recién a mediados de abril podrán comenzar la plantación por clubes de consumidores -con entre 15 y 45 socios y un máximo de 99 plantas- y la producción masiva para venta a través de la red de farmacias, autorizadas a vender un máximo de 40 gramos al mes para cada comprador, que tendrá que anotarse previamente en un registro obligatorio.
Esto requerirá trámites de acreditación ante un nuevo órgano público que se crea con la nueva ley: el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca).
Recordemos que para adquirir la marihuana se deberá ser parte del registro nacional.