Un atentado contra un trolebús de Volgogrado, en el suroeste de Rusia, causó este lunes por la mañana al menos 14 muertos y 28 heridos, según un balance provisorio difundo por el ministerio de Salud de Rusia.
“Una investigación fue abierta por ‘atentado terrorista’ y ‘tráfico de armas'”, anunció Vladimir Markine, portavoz del comité de investigación, organismo encargado de las principales investigaciones en Rusia.
Poco después, esta fuente afirmó que el ataque fue provocado por “un kamikaze de sexo masculino” y que, de acuerdo con los primeros elementos de la investigación, los explosivos utilizados presentaban elementos “idénticos” a la detonación del día anterior.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, la explosión se produjo a las 8:23 locales.
Las imágenes difundidas por la televisión rusa mostraban cómo la potente explosión destruyó completamente el trolebús.
Las autoridades rusas indicaron de inmediato que existían elementos que vinculaban el ataque con otro atentado ocurrido un día antes en la misma ciudad, atribuido a una kamikaze que dejó 17 muertos.
Estos ataques alimentan los temores acerca de la seguridad de los Juegos Olímpicos de invierno organizados en febrero en Sochi, estación balnearia situada al pie del Cáucaso.
Las autoridades anunciaron que reforzaban las medidas de seguridades en todas las estaciones y principales aeropuertos del país.
Por el momento, nadie ha reivindicado los ataques, aunque Life News, un sitio ruso vinculado a las agencias de seguridad indicó que la kamikaze del domingo era oriunda de Daguestán, una región donde la insurrección islamista es muy activa, y cuyos dos maridos sucesivos habían sido abatidos por las fuerzas de seguridad rusas.
En julio, el jefe islamista Doku Umarov, enemigo uno del Kremlin, hizo un llamamiento en a llevar a cabo ataques para impedir por “todos los medios” los JO de Sochi.