La Rehabilitación es un lucro

  • 06-01-2014

Durante el año 2013 se realizaron innumerables marchas y protestas tanto en la capital como fuera de ella, por la educación, por la diversidad sexual, por la igualdad de todo tipo, por las hidroeléctricas, por el abuso de los miles de ladrones de terno y corbata, la marcha de los enfermos, y muchísima otras…

Mi pregunta es: Quién marcha porque la rehabilitación no siga siendo un lucro igual que la educación?
Hace un tiempo atrás fui a visitar a un nuevo amigo a una clínica de rehabilitación, afortunadamente me topé con una familia de muchísimo apoyo y fortaleza emocional, de un grupo humano muy grande en el cual estaban sus amigos más cercanos y también sus compañeros de trabajo. Él está teniendo la rehabilitación que por derecho y por ley debe recibir todo ser humano que pisa esta tierra llamada Chile.

El tema es: ¿Qué es lo que hay que hacer en este país para tener una rehabilitación efectiva? Les cuento cual fue mi caso, que es el mismo caso de mi amigo y el mismo de muchísimas otras personas más. Ya que es imposible costear la cifras millonarias que exigen para una buena rehabilitación lo más común y recurrente es:

Fiestas a beneficio, bingos, tallariatas, peñas, espectáculos en vivo, completadas, y muchísimas cosas, sólo hay que tener una muy buen imaginación para saber de dónde más sacar dinero para costear 6 millones de pesos al mes, para que la persona que probablemente está pasando por el minuto más duro de su vida logre tener la mayor independencia posible… Luego de estas palabras les tengo una sorpresa para los que no saben ni están enterados de esto:

La prevención y la rehabilitación es Ley!

Como siempre al gobierno mantenernos en la ignorancia absoluta es lo que más le conviene, es por esa razón que en esta columna quiero informar de lo que señala puntualmente la ley 20.422 que establece normas de igualdad e inclusión social para las personas con discapacidad.

En materia de prevención y rehabilitación ¿Qué establece la Ley?
La Ley establece que la prevención y la rehabilitación constituyen una obligación del Estado y un derecho y un deber de las personas con discapacidad, de su familia y de la sociedad en su conjunto.

Define estos conceptos, vinculándolos no sólo con la deficiencia, sino también con la participación en la sociedad de las personas con discapacidad y con su capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria establece como derecho que el proceso de rehabilitación integre la participación de la familia de la persona con discapacidad, o de quienes los tengan a su cuidado.

Por su parte, consagra el deber del Estado de fomentar, preferentemente, la rehabilitación con base comunitaria y la creación de centros públicos o privados de prevención y rehabilitación. Les recuerdo que estaba y ley entró en vigencia el 10 de febrero del año 2010.

Ha encuentro años esta ley ha sido palabra muerta.

Gobierno de Chile: ¿Cuántos millones están gastando en los arreglos estéticos de palacio la moneda?, ¿Cuántos millones gastaron en el monumento horrible para las víctimas del 27 de febrero en el sur de Chile mientras muchos de ellos siguen en la calle?

Qué fácil es, dejar la tarea a los millones de chilenos una vez al año para algo que les corresponde a ustedes por ley.

Señora, Señor usted que están leyendo esta columna, le informo que por cualquiera sea la razón, llega necesitar rehabilitación física, neurológica, no tiene donde rehabilitarse de manera efectiva sin prácticamente tener que vender un riñon.

Infórmese, lea, hágase participe, las personas con discapacidad tenemos que ser los principales actores para poner un alto a esta situación de ignorancia y falta de educación de parte del gobierno de Chile. Los únicos que podemos cambiar esta situación somos nosotros.

La rehabilitación en Chile es un lucro, y continuarán riéndose en nuestras caras tal cual como lo han hecho estos últimos cuatro años si nosotros no trabajamos para que esto sea diferente.

Ley muerta en un Gobierno ciego en que el tuerto sigue siendo el Rey.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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