Diversos temas fueron tratados en el pleno del Consejo de Rectores realizado en Arica. Evaluación del ranking de notas, balance preliminar del proceso de admisión y cambio al arancel de referencia, fueron algunos de los ítems analizados por las autoridades universitarias.
La preocupación fue inmediata. Hace algunos días, cuando el ministerio de Educación dio a conocer los valores referenciales vigentes para este 2014, los rectores cuestionaron la decisión. En la cita de este jueves se profundizó en el tema, cuya principal crítica es introducir a la fórmula de ponderación las variables de empleabilidad y sueldo promedio del cuarto año de egreso.
El vicepresidente de la entidad y rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, indicó la gravedad del nuevo cálculo.
“No es un tema menor, nos preocupa sobre todo por la inclusión de estas variables de pertinencia ocupacional, que son la estabilidad y remuneración, que ponen un tema de mercado en las ayudas estudiantiles”, señaló.
Mario Sobarzo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas (OPECH), tampoco está de acuerdo con la variación a la fórmula que desde 2006 se utiliza para determinar cuál es el monto máximo del arancel de cada carrera e institución que el Estado puede financiar, ya sea a través de becas o créditos, que se aplica a todas las instituciones que imparten carreras de Educación Superior.
“Es una locura, desde todo punto de vista. La verdad es que este sistema se ha vuelto loco y esta es una última medida que demuestra el nivel de desquicio de las autoridades con respecto a lo que es la educación. Un desconocimiento, la ministra termina aplicando las mismas medias que en el retail al sistema universitario y eso no funciona”, dijo el profesional.
Algunas de las principales preocupaciones recaen en los criterios de mercado que se estarían aplicando, situación analizada también desde las federaciones de estudiantes.
Takuri Tapia, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, calificó la medida como un “amarre” que la actual administración deja al gobierno entrante.
“La educación está siendo atacada, así también las carreras que apuntan a una mayor integralidad. Se está buscando la mayor empleabilidad y eso da una línea de ir apostando a responder al mercado y no una planificación del Estado”, argumentó el estudiante.
En cuanto a las diferencias entre el arancel real y el referencial, las principales brechas se observan en planteles privados, donde –en algunos casos como odontología- el valor de las carreras puede ser hasta 400 mil pesos más que el cálculo gubernamental.
Para el investigador Sobarzo, “esta nueva forma abre aún más las brechas en la educación”. Ejemplo de ello sería que las profesiones artísticas habrían recibido valores de referencia inferiores a los reales, producto del promedio de ingresos de los alumnos al cuarto año y la empleabilidad, que en muchas ocasiones, por condiciones del mercado laboral, son inferiores a las llamadas carreras tradicionales.
Respecto de las regiones, el profesional agregó que “también son perjudicadas, porque las universidades de fuera de Santiago son las que reciben a los alumnos de menor condición socioeconómica, a esos estudiantes, si les aumentas el arancel de referencia les traspasas una mayor deuda, estamos desplazando el problema desde el ingreso a la universidad hasta el fin de la misma”, indicó.