Una de las presentaciones más esperadas fue la de Jorge González. Si los seguidores pensaban que el ex líder de Los Prisioneros iba a aprovechar la instancia para celebrar 30 años desde el lanzamiento de La voz de los 80, estaban equivocados: el cantante se posicionó sobre el escenario acompañado de su guitarra y piano para tocar temas de su último disco, Libro (2013). Un espectáculo íntimo, acompañado de Pedropiedra en batería, Gonzalo Yáñez en guitarra y Jorge de la Selva en bajo.
Con gran simpatía, interactuaba con el público para que éste fuera parte del espectáculo. Frases como “el dinero no hace la felicidad, pero la compra” y “no hay mal que dure 100 años” acompañaron canciones como “Ámate”, “Fran” y “Yo no estoy en condiciones”.
Un momento especial fue la interpretación de “Hijo amado”, considerada la mejor por el artista, ya que relata los problemas que ha tenido que enfrentar en la relación con su propio hijo. Asimismo, todas las canciones fueron acompañadas por detalles de la vida del cantante en Berlín.
Por su parte, el alemán Uwe Schmidt, llamado también Atom TM, presentó varios temas de su último disco, HD. Acompañado de una pantalla gigante en la que proyectaba figuras geométricas y líneas de tensión, acorde con la electrónica experimental que trabaja hace más de dos décadas, no dejó a ningún espectador ajeno.
Con una crítica clara a los sellos musicales, a la cadena MTV y los artistas pop, Atom TM tocaba con elegancia y distancia de su público. Temas como “Stop (Imperialism Pop)”, “Empty” y “Strom” fueron parte de un repertorio que cumplió de principio a fin con las expectativas.
Mientras tanto, en la sala A1 se presentaron Felicia Morales, quien llevó a escena su primer EP; Colombina Parra, que interpretó parte de su nuevo trabajo en solitario, Detrás del vidrio; el uruguayo Franny Glass; y el rock de Electrodomésticos.
Por otra parte, las presentaciones de la Plaza Zócalo estuvieron marcadas por el atraso y los problemas técnicos: 40 minutos aproximadamente para cada artista, lo que provocó el descontento de público.
La cantante argentina Juana Molina tuvo que sortear estas dificultades, sin embargo, su experticia resaltó desde primer momento con “Eras”, tema perteneciente a su última placa, Wed 21. Acompañada de dos músicos realizó en vivo todos los samples, arreglos de voz y guitarra. En pocas palabras, un espectáculo de alto nivel. Lo único lamentable fue la brevedad de su presentación, molestia que la compositora dejó entrever.
En este mismo escenario se presentaron Congelador y Coiffeur, que presentaron Conquista de lo inútil y Cajón, respectivamente. Mientras, la complicidad y coreografía descoordinada del dúo Dënver y la energía desbordante del cuarteto Astro fueron los números que encendieron la fiesta.
A la par se desarrollaba el llamado Mini Neutral, instancia donde los niños disfrutaron del taller de circuit bending de Ervo Pérez, una clínica de DJ, clases de baile con la coreógrafa Yeimy Navarro y cantaron con la música de Chico Unicornio, Bending Toyz y Prehistöricos.
El cierre de la jornada fue con una fiesta en el Centro Arte Alameda, a cargo de los DJ Tonossepia, Vaskular y Dementira.
Fotos: Quemasucabeza.