Hace un lustro, llegaron hasta los bellos parajes de Isla Riesco, a menos de una hora de Punta Arenas, los dueños de la Copec de la familia Angelini (con Piñera y sus 765 mil acciones de por medio) y los muy nacional socialistas de Ultramar- von Appen.
Iniciaron, sin anuencia legal, los trabajos de una minera que iba a abastecer de energía a Magallanes. Mientras el permiso de operaciones se tramitaba en Santiago, la empresa actuó indiferente a las determinaciones que se adoptaran, dando por hecho la aprobación. Camiones cargados iban y venían, sin fiscalización de por medio. Los habitantes de la región observaban asombrados este despliegue de una obra, en el papel, ni siquiera autorizada para iniciar las obras.
Mientras, en las calles de la capital de la Patagonia, todos los días a las 19 horas en punto, continuaron las protestas en contra de este atentado ambiental, ante la indiferencia tanto del gobierno Bachelet I y el de Piñera.
La minera extraerá carbón hasta agotar el stock natural, se calcula el año 2020 y la huella de su paso, un tremendo tajo abierto, único en este universo del comienzo del mundo, con una flora y fauna vejada.
Las consecuencias ya registradas, la constituyen la polución por el polvillo de carbón en suspensión que afecta suelos y cursos de agua; el mercurio, invasivo del hábitat de numerosas especies como los lobos marinos, la orca, la ballena jorobaba y los pingüinos.
Lo anterior, según informa la revista local “El Fortín del Estrecho”, se suma a la existencia de una colonia de cóndores, único lugar de nidificación cercano al mar que existe en Chile.
Los torpes argumentos que apuntan al carácter no invasivo de esta mina, que para lavar su imagen, contrató para el aparato comunicacional a la ex directora del Hogar de Cristo, omiten que los vientos de hasta cien kilómetros por hora, abundantes en la región, portan la contaminación a lugares inesperados.
Para llegar a la isla, la cuarta mas grande del país, es necesario tomar una barcaza que cobra las ganas desde la instalación de la mina, operadora de la nave, Hay otros estancieros en el lugar cuyo pataleo ha sigo ignorado por las autoridades.
Con la entrada en funcionamiento de la minera Isla Riesco o Invierno, Chile queda ubicado como el segundo país más contaminado per capita en emisiones de CO2
Ana Stipicic, coordinadora del movimiento Alerta Isla Riesco, afirma que el 30 por ciento de la producción esta destinado a las termostáticas del norte donde Copec y Ultramar están asociados con AZES Giner y a China. Esto ocurre y se contradice con el argumento inicial: que por ultimo, el daño ecológico iba a beneficiar con energía barata a los magallánicos. Falso.
Hace unas semanas un par de trabajadores de la minera con afección pulmonar se apersonó a la Clínica Magallanes. Curiosamente a los pocos minutos, gente de Mina Invierno, tomó cartas en el asunto para que no trascendiera, señalan fuentes ambientalistas, el daño que ya estaba ocasionando en seres humanos la polución carbonífera.
Esto habla además, de una red de informantes en todas las instituciones sensibles a los intereses de Invierno
El proyecto, que no lo es tal pues opera con toda libertad, fue sancionado por la Superintendencia del Medio Ambiente porque sus piscinas para tratar las aguas no cumplían con su objetivo de eliminar los sólidos en suspensión que van derecho a las aguas del Estrecho de Magallanes.