Humberto Maturana: "La educación es un espacio para que el niño se transforme en ciudadano ético"

El científico estuvo en Radio Universidad de Chile junto a su compañera epistemóloga, Ximena Dávila, conversando acerca de la diversidad y la educación.

El científico estuvo en Radio Universidad de Chile junto a su compañera epistemóloga, Ximena Dávila, conversando acerca de la diversidad y la educación.

El Premio Nacional en ciencias 1994, Humberto Maturana y la epistemóloga Ximena Dávila estuvieron en el programa “Conversando en positivo” de nuestra emisora.

Estos creadores del centro Matríztica respondieron a la pregunta ¿es posible la colaboración en la diversidad? A lo que respondieron afirmativamente, pero siempre y cuando exista un cambio educacional en nuestra sociedad para aprender desde pequeños el respeto al otro.

imagesEn ese sentido, Humberto Maturana sostuvo que la diferencia es legítima cuando coexiste en una cultura donde no hay que competir con el vecino. Por lo mismo, destacó que la presidenta Michelle Bachelet pusiera énfasis en el tema de la enseñanza, porque ésta tiene una misión fundamental

“Nosotros pensamos que la tarea de la educación es hacer un espacio de convivencia para que se transformen en adultos que se respetan mutuamente, en ciudadanos éticos”, explicó el fundador de la teoría del amor.

Maturana, también destacó que en Chile se necesita mayor equidad para que “todos tengamos oportunidades, como el derecho a una buena educación, y una armonización de la economía y los recursos”.

Para lograr esta instancia hay que transformar a los profesores, dijo Ximena Dávila: “La formación de los profesores y profesoras es fundamental. Que no solo tengan conocimientos en áreas, sino en un saber pedagógico que entregar a los niños y niñas. Saber no es lo mismo que educación. Una cosa es saber, otra entender, y otra educar”, fundamentó. 

Además, la investigadora sentenció que “un proyecto de país se logra dejando de ser rivales y respetando las diferencias”. Pero, por sobre todo “pensando en un proyecto común”.

Ambos científicos aclararon que “los dirigentes deben tener un cambio de actitud y pensar en qué mundo desean que vivan sus hijos y nietos, ya que si se continúa sin conversar y sin escuchar, se transformará en un problema sistémico y va a impactar en las generaciones que vienen”.

 





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