Este domingo, la UDI advirtió que si el Gobierno envía un proyecto de ley sobre este tema lo impugnarán en el Tribunal Constitucional para detenerlo. Mientras, trabajadores de la Salud y parlamentarios dieron su apoyo a la iniciativa y argumentaron la importancia de legislar.
La presidenta del Colegio de Matronas, Ana Román, pidió que se debata de manera seria y que no se cierre la discusión sobre su aplicación a solo tres causales, que planteó la Presidenta Michelle Bachelet el 21 de mayo.
Según la profesional, existen mujeres decididas a no querer tener esos hijos, por lo que se les debe dar una respuesta. Además, agregó que “hay que terminar también con esta discusión centrada solo en lo valórico y en las opiniones personales, ya que es un tema sanitario”.
El presidente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, indicó que es insoslayable el legislar el aborto terapéutico, agregando que es una vergüenza nacional para la democracia el penalizar aún el aborto terapéutico. Además, llamó al debate amplio condenando el llamado “terrorismo ideológico”.
“Desde nuestra perspectiva constituye una vergüenza nacional ser uno de los cinco países en los que está penalizado el aborto con fines terapéuticos. Espero que se dé el debate, un debate que sea amplio y nacional, en el que ningún sector pretenda imponer sus valores al otro sector. Creemos que la lógica de las dictaduras ideológicas no es razonable, en que algunos están por la vida y otros están por la muerte. Es un llamado a ser más riguroso a la hora de opinar, a propósito de una opinión entregada por el obispo Chomalí, en orden a que esta medida tendría una diabólica intención de ser una medida de control de la natalidad, lo que se cae por absurdo, porque Chile es un país que tiene una tasa de natalidad bajísima”, explicó.
El senador socialista Fulvio Rossi, integrante de la comisión de Salud, criticó la campaña del terror desde la oposición para no despenalizar el aborto, apuntando a que hay que dar una respuesta y legislar prácticas que se hacen todos los días en los hospitales para salvar las vidas de las mujeres.
Además, respondió a las declaraciones del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien aseguró que aunque la ley lo mande, “no van a aplicar” abortos en el Hospital Clínico de ese plantel, insistiendo en que en el caso de que se despenalice el aborto terapéutico, nadie podrá ir en contra de la ley.
Por su parte, la ministra del Sernam, Claudia Pascual, también respondió a los dichos de la autoridad universitaria y recalcó que nadie puede restarse de las leyes.
Este es uno de los problemas que ha generado más desacuerdos entre el oficialismo y la oposición. Si se legislase sobre el tema, como lo planteó Michelle Bachelet, se despenalizaría el aborto en los casos de peligro de la madre, inviabilidad del feto y violación. Por ahora, el aborto por voluntad propia no está en discusión.