El especialista y académico, Rodrigo Karmy del Centro de Estudios Árabes, manifestó que es necesario entender algunas claves para descifrar la guera que se vive en Siria, y una de ellas sería la “vocación imperial de Estados Unidos” en la región, que intenta desmantelar al ejército sirio para lograr la hegemonía militar y política de Israel en la región y por añadidura, de Estados Unidos.

“El caso sirio hay que inscribirlo al interior de esta lucha entre ejes hegemónicos, entre el eje europeo-norteamericano y el eje ruso-chino, en función del dominio de una cierta región que resulta clave como es la del mundo árabe. Para los rusos supone un intercambio comercial importante y que además políticamente resulta clave porque los rusos no quieren de ninguna manera que los norteamericanos estén estacionados ahí al borde de sus fronteras”, explicó.

El analista internacional, Sergio Rodríguez destacó la alta participación en las elecciones y aseguró que eso legítima al vencedor. Sin embargo también aclara que para los opositores de Al Assad, estas cifras no representan nada, dejando claro un doble estándar, pues cuando por ejemplo en Colombia un presidente resulta vencedor con el 40 por ciento de los sufragios,  no se ponen en cuestión las elecciones.

Sergio Rodríguez sostiene que “hay una mayoría de la población que apoya al presidente Alasad y una aplastante mayoría del Ejército también. En esa medida no veo que haya problemas, una situación de ingobernabilidad interna. Ka ingobernabilidad viene producida por la guerra, cualquier guerra externa produce ingobernabilidad, pero si tú te fijas en el mapa en los últimos cuatro meses, el avance de las fuerzas armadas de Siria ha sido constante y permanente y si no fuera por el apoyo militar y financiero de Estados Unidos y de la OTAN, esa guerra ya habría concluido”.

Para la investigadora y periodista Sofia Brinck, la negociación que planteó Al Assad fue muy inteligente, permitió realizar las elecciones, iniciar conversaciones con Occidente y tener un piso mínimo para negociar con la oposición, descartando por el momento una intervención directa de Estados Unidos.

La investigadora aseguró que “es poco probable que Estados Unidos intervenga la zona, es una zona muy compleja, es un conflicto que ya tiene demasiados actores como para solucionarlo fácilmente y la solución debería ser diplomática, pero las conversaciones están suspendidas desde hace meses y no hay una voluntad de ambos lados para llegar a un punto   encuentro. Es más, el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, anunció que se retira, porque no logra encontrar un punto o puentes que unan a los dos bandos”.

Con este triunfo en las elecciones Bashar Al Assad, se posiciona de mejor forma frente a la comunidad internacional, y puede continuar resistiendo los embates desde Arabia Saudita. Sin embargo al tener de aliado a Rusia y China, los expertos aseveran que por ahora la “vocación imperial de Estados Unidos” se encontrará con una buena contención.