Corpus Christi: 27 años después nadie está olvidado

Nueve hombres y tres mujeres, entre los cuales estaban altos oficiales del Frente Patriótico Manuel Rodríguez fueron abatidos por grupos de la CNI, apoyados por la Unidad Antiterrorista del Ejército y funcionarios de Investigaciones, amparados en una orden que cursó el fiscal Luis Acevedo para los allanamientos y detenciones, el mismo 15 de junio. Hoy estos jóvenes  son recordados con distintos homenajes que se realizan a los lugares donde fueron asesinados.

Nueve hombres y tres mujeres, entre los cuales estaban altos oficiales del Frente Patriótico Manuel Rodríguez fueron abatidos por grupos de la CNI, apoyados por la Unidad Antiterrorista del Ejército y funcionarios de Investigaciones, amparados en una orden que cursó el fiscal Luis Acevedo para los allanamientos y detenciones, el mismo 15 de junio. Hoy estos jóvenes  son recordados con distintos homenajes que se realizan a los lugares donde fueron asesinados.

Bastaron 72 horas para que los jefes de la llamada Operación Albania, Álvaro Corbalán y Hugo Salas Wenzel,  concretaran su misión y asesinaran a 12 jóvenes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, entre la madrugada del 15 y el 16 de Junio de 1987, convirtiendo este hecho en uno  de los capítulos más sangrientos que realizaron los aparatos de seguridad de la dictadura, a fines de la década de los ’80.

En agosto de 1986 fue descubierto el arsenal  del FPMR en Carrizal, posteriormente el 7 de septiembre de ese mismo año, en la cuesta Las Achupallas, un destacamento conformado por varios grupos operativos de esta organización atentan contra la comitiva de Augusto Pinochet.  Estos dos hechos centran la atención de los aparatos represivos en cercar y detectar a los militantes de este grupo y desencadenan una de las violaciones más sangrientas en contra de los derechos humanos.

La calle Alhué donde murió Ignacio Valenzuela, la casa de Varas Mena que defendió Juan Waldemar Henríquez y Wilson Henríquez para que algunos lograran escapar con vida, Villa Olímpica donde estaba Julio Guerra  y la casa de Obispo Donoso donde fueron encontradas, entre otros, Esther Cabrera, Elizabeth Escobar y Patricia Quiroz, son lugares en los que se desarrollan actividades de homenaje, después de 27 años.

“Trataron de matar su alegría por cambiar el mundo, pero no lo lograron” asegura la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) Alicia Lira, destacando que su legado hoy perdura en los jóvenes que siguen demandando una mejor sociedad.  “Ellos dejaron un legado de amor, de cultura,  de esperanza pero también de fortalecer la lucha por realmente de una sociedad más igualitaria y eso sigue vigente, por lo tanto estas actividades que se hacen en distintas partes, y no solamente en los lugares donde vivían estos héroes, sino que en distintas partes de Chile se homenajea a aquel hombre o mujer que  lucharon más allá de su bienestar personal,  económico, familiar, sino que por todo”.

Santiago Montenegro es uno de los sobrevivientes, después de permanecer tres años preso, se dedicó a estudiar y actualmente es abogado. Recuerda de forma especial a quienes asegura se comprometieron a defender con su vida la seguridad de quienes se encontraban al interior de la casa de Varas Mena, agregando que nadie está olvidado.

“Perdieron la vida y perdieron todo lo que nos da la vida, por lo tanto yo pienso que la forma en que ellos han traspasado, han trascendido es justamente en la luchas de estas nuevas generaciones que de alguna forma ellos están presentes en estas luchas nuevas que lideran otras generaciones, otros muchachos, con otro discurso, con otro lenguaje, otra ropa, otra vestimenta, otro corte de pelo pero que en el fondo es la misma lucha que hemos librado muchos chilenos a lo largo de muchos años y algunos como lo que ocurrió en la Operación Albania, dando la vida”, precisa el sobreviviente de estos asesinatos.

En 2007 la Sala en lo Penal de la Corte Suprema, después de la investigación llevada por el ministro Hugo Dolmestch,  sentenció a 20 años de prisión a Álvaro Corbalán por su participación en los hechos y  27 agentes de la dictadura fueron sometidos a proceso, el abogado Nelson Caucoto que llevó la defensa de las familias de los jóvenes asesinados, 27 años después señala que al menos en este caso se pudo vencer la impunidad.

El abogado defensor de derechos humanos también destaca el legado de los 12 jóvenes. “Con el transcurso del tiempo en lugar de empequeñecerse  el crimen cometido por la dictadura respecto de estos 12 jóvenes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez se engrandece. Hoy día que vivimos en condiciones de mayor libertad en pleno desarrollo de la democracia, probablemente uno se da cuenta del tremendo sacrificio que significaron estas 12 vidas para disfrutar hoy día lo que tenemos, y eso es lo que no puede olvidar el movimiento social hoy día, no lo pueden olvidar los estudiantes”.

Las luchas de los estudiantes hoy ciertamente llevan su energía, afirma el abogado Caucoto, quien celebra que en este caso al menos se logró “vencer la impunidad” de los agentes del Estado, en un caso donde no hubo inocentes, fueron culpables tanto los que impartieron las ordenes, como los ejecutores.





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