En el año 2007, Martín Weber vivía en Nueva York y utilizaba Skype para conversar con sus padres, que estaban en Buenos Aires. Eran diálogos a los que se sumaba su pequeña hija Catalina y que un buen día comenzó a registrar: tomaba fotografías y grababa las conversaciones.

En ese entonces no lo sabía, pero esas imágenes terminaron conformando un proyecto que se exhibirá en el Museo de Arte Contemporáneo de Quinta Normal: Mario. Saved calls, cuyo protagonista es su padre, quien falleció luego de tener cáncer por diez años.

La muestra, curada por Montserrat Rojas, se enmarca en la primera residencia artística acogida por el MAC, que también contempló talleres con profesionales y estudiantes de fotografía y otra exposición, que se presentará en agosto en la Galería Tajamar.

“Nunca me lo planteé como un proyecto, fue algo que se empezó a sumar. Un día, mi padre me dijo preocupado que no dejaba nada por lo que iba a ser recordado y que yo tenía mis fotos. Eso me quedó, pero no reaccione instantáneamente. Fue tiempo después, cuando mi madre me pidió que hablara con sus médicos para ver cuánto tiempo de vida le quedaba y volví con la noticia de que había vivido más de lo esperado. Entonces ahí le pedí que nos sentáramos e hiciéramos unos retratos juntos”, explica Martín Weber a Radio Universidad de Chile.

Martín Weber tomó once retratos de su padre y le pidió a él que hiciera uno de sí mismo. A éstos, añadió registros de su hija cantándole una canción a su abuelo fallecido, su madre llamándolo y viejas fotos tipo carnet.

El artista considera que esto es otro tipo de álbum de una familia que ha cruzado varias fronteras. Sus padres son argentinos, pero llegaron a Santiago en 1966, luego del golpe de Estado en el país vecino. En la capital nació el fotógrafo y dos de sus tres hermanos, antes que la familia partiera a Estados Unidos en 1972.

A pesar de que la muestra se concentra en su propia biografía, Martín Weber considera que el público puede vincularse a ésta a través de temas universales: el paso del tiempo y la conciencia de la muerte. “Si hay algo que compartimos todos es que nacemos y nos vamos a morir. Si hay algo universal, son esas dos cosas. El trabajo transita ese camino y la idea de cómo uno elabora eso de la muerte, que se ha vuelto tan tabú en nuestra sociedad, pero no lo era y no lo es en otras. Creo que es importante reflexionar sobre eso y es una manera de compartir. No sé si es la función del arte, pero al menos un beneficio es que podemos sentirnos no tan solos con un montón de sentimientos que uno atraviesa en la vida cotidiana”, afirma.

Mario. Saved calls se inaugurará a las 19:30 horas de este viernes 20 y se exhibirá hasta el 27 de julio en la Sala de Fotografía Emergente del MAC Quinta Normal, ubicado en Matucana 464.