Actualmente en Chile se notifican alrededor de setenta mil infecciones anuales asociadas a la atención en salud, con un costo que bordea US$ 70 millones. Los materiales basados en aleaciones de cobre son capaces de reducir la carga bacteriana por algún tiempo, sin embargo, las aleaciones de este metal son caras, difíciles de procesar, y su aspecto se deteriora debido a la oxidación.
Gracias a las tecnologías desarrolladas por científicos de la Universidad de Chile, que se traducen en un proceso innovador para insertar nano partículas de cobre en plásticos y otros polímeros, las posibilidades de manejo y aplicación de materiales se amplían significativamente; ofrecen una mayor durabilidad que las aleaciones metálicas, y además reduce los costos de producción.
“Para toda la Dirección de Innovación, que encabeza Javier Ramírez, resulta intensamente satisfactorio el haber logrado este acuerdo de licenciamiento. Que una tecnología basada en investigación científica alcance un nivel de desarrollo que impacte al sector productivo, no solamente requiere de años de investigación y desarrollo científico tecnológico, sino también necesita poner en tensión otras competencias, como por ejemplo, análisis de protección intelectual, estudios de mercado y valoración tecnológica”, explicó el nuevo Vicerrector de Investigación de la Universidad de Chile, Flavio Salazar.
Además de la medicina, la innovación liderada por el Profesor Humberto Plaza permite aplicaciones muy diversas, donde destaca la industria salmonera. Hasta ahora, los materiales inmersos en el mar son cubiertos rápidamente por una capa que favorece la colonización de bacterias, algas y moluscos. Este fenómeno se conoce como biofouling y es común también en tuberías, cables, redes de pesca y pilares de puentes, que en Chile provoca pérdidas de productividad y costos de mantención que ascienden a US$ 85 millones.
Hoy, la incorporación de los aditivos licenciados confiere a las mallas propiedades bactericidas que no poseen los plásticos convencionales y que evitan la formación de biofouling.
La ceremonia de firma de licencia se efectuó el jueves 17 de julio en oficinas del Departamento de Innovación, y contó con la presencia de autoridades universitarias, investigadores involucrados, Bárbara Ribbek, gerenta del Spin Off Plasticopper, y Jorge Yutronic, Encargado del Ámbito Innovación MECESUP del Ministerio de Educación.
“Este es un trabajo conjunto entre jóvenes profesionales de la VID, la Comisión Central de Propiedad Intelectual de la Universidad de Chile y la empresa Plasticopper, encargada de la transferencia de la tecnología a los usuarios. A todos ellos envío mis más sinceras felicitaciones”, sostuvo el Dr. Salazar.
De esta forma, la innovación transferida al mercado a nivel nacional e internacional mediante el licenciamiento a la empresa Plasticooper, está compuesta por dos tecnologías: un aditivo que consiste en una mezcla de nano partículas de cobre con diferentes polímeros; y un aditivo en polvo para recubrimientos orgánicos, pinturas, barnices, aceites, geles, y materiales cerámicos, entre muchos otros. Ambos con el fin de entregar propiedades antimicrobianas y antivirales para distintos tipos de materiales.