A cinco años de libertad vigilada fue condenado el ex frentista Enrique Villanueva Molina, acusado en el caso del crimen del senador de la Unión Demócrata Independiente Jaime Guzmán, ocurrido el primero de abril de 1991.
El ministro en visita, Mario Carroza, notificó este lunes a las partes sobre su decisión respecto de los cargos por atentado terrorista con resultado de muerte. Villanueva es el único acusado por el asesinato que permanece en Chile, encontrándose en calidad de procesado desde octubre del 2010.
Villanueva insistió en su inocencia y señaló que “han hablado con la verdad”. Para el ex frentista se han aplicado leyes que incluso están derogadas, haciendo referencia al uso de leyes especiales y donde no hay ningún sustento, y añadió que no existió ninguna prueba de su participación, porque no participó, no tuvo conocimiento y ni siquiera estuvo de acuerdo cuando conoció el hecho una vez sucedido.
“No hay ninguna prueba de mi participación porque yo no participé, no tuve conocimiento, ni siquiera estuve de acuerdo cuando conocí el hecho una vez sucedido. Esto simplemente es el resultado de un acuerdo que hace el abogado de la UDI con Hernández Norambuena en Brasil, en el sentido de que diera algún antecedente nuevo para poder reabrir el caso de Jaime Guzmán, pero una persona que vive en esas condiciones, puede decir cualquier cosa”, dijo Villanueva.
“Vamos a llegar hasta el final, porque es importante para Chile, para un país que necesita reconciliarse, que se hable con la verdad”, agregó enfatizando en que desde su conducción no se planeó el asesinato.
El abogado de la familia del senador asesinado, Luis Hermosilla, había indicado previamente que esperaban que fuera una sentencia condenatoria, más allá de la pena que se le aplicara y afirmó que hay otras aristas abiertas, apuntando a Galvarino Apablaza quien reside en argentina y quien le acusan de generar la planificaicón del delito.