“Parece una persona viva”, escribía Alonso de Ovalle en 1646 para describir la imagen de la Virgen que se podía ver en la Procesión de la Soledad y que pertenecía a la Iglesia de San Francisco. La figura lloraba, abría sus brazos y besaba la cruz que trasladaban junto a ella.

Esa es una de las historias favoritas de Juan Pablo Barros, autor de la investigación y de los textos que se pueden encontrar en Mira tú. Guía para perderse en Chile, un voluminoso libro que acaba de ser publicado con cientos de historias similares.

“La virgen robótica”, como es bautizada en el libro, es parte del capítulo dedicado a la Iglesia de San Francisco, pero el texto aborda otros once temas localizados en distintas zonas del país: la Quinta Normal, el Palacio de La Moneda, la Plaza de Armas de Santiago, el cerro Santa Lucía, el Teatro Municipal de Santiago, el Cementerio General, Valparaíso, Sewell, el centro de Iquique, el Parque Nacional Conguillío y los ferrocarriles.

El volumen es fruto de una investigación que el periodista comenzó en 2002 y se extendió por cerca de cuatro años, para una serie del mismo nombre que fue producida por Aplaplac y emitida por TVN. El libro incluso fue diagramado entonces, pero no vio la luz hasta ahora a través de la editorial Hueders.

Según Juan Pablo Barros, “la elección de los lugares es bastante arbitraria, pero tiene un sentido: que fueran lugares relativamente accesibles, como ocurre con la gran mayoría, y que fueran cotidianos. La investigación parte por lugares muy cotidianos para una gran parte de la población, como la Plaza de Armas de Santiago, La Moneda o la Iglesia de San Francisco, por ejemplo. También partimos por ahí porque eran las posibilidades que teníamos en ese momento para hacer la investigación. Después, cuando se fue desarrollando, pudimos viajar a regiones y ampliar el abanico de lugares que aparecen en el libro”.

Cada uno de esos espacios se pueden ver además a través de ilustraciones y fotografías de diferentes épocas. Así, junto a los textos se encuentran los museos de la Quinta Normal, retratos de personajes históricos intervenidos, antiguos afiches del Teatro Municipal y los salones de los elegantes palacios iquiqueños.

“Lo que intentamos era contagiar curiosidad, interés y amor por el conocimiento, ese es valor principal del libro. Es un libro de divulgación que trata de contagiar ese interés y la gracia de la investigación era entregar datos asombrosos sobre cosas que son como la escenografía de nuestras vidas. Pasamos todos los días por esos lugares, pero no sabemos que detrás de esas fachadas y muros hay historias que realmente son increíbles”, dice Juan Pablo Barros.