Y con alerta se da seguimiento al caso del chileno Laurence Maxwell Ilabaca, de 47 años, que fue detenido  en México junto a otras 10 personas luego de  protestar en la plaza principal del país por los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.

Según informa la prensa mexicana, la Procuraduría General de la República decidió mantener los delitos de tentativa de homicidio, motín y asociación delictuosa contra el estudiante de doctorado de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aunque finalmente habría optado por retirar las acusaciones de terrorismo y delincuencia organizada. En este escenario, Maxwell -único extranjero en el grupo de detenidos-  fue derivado al penal de alta seguridad Villa Almada, en Veracruz, lugar donde sólo se tratan casos de delitos federales.

Mercedes Rojas, amiga chilena en México y también estudiante en la UNAM, manifestó en conversación con Radio Universidad de Chile que “la situación es más difícil que en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) porque solamente puede ser visitado por un pariente directo. Llegaría a México un familiar para resolver estos problemas”. Agregó que según él describe: “Salió en bicicleta al centro a ver como avanzaba la marcha”.

“De un momento a otro aparece una estampida de gente corriendo, porque ya se estaban dando en ciertos puntos enfrentamientos con los policías y la gente desesperada corre hacia donde se encontraba Laurence, y la bicicleta empezó a entorpecer el paso de la gente y también entorpecía el libre movimiento de Laurence. En ese momento él decide estacionar la bicicleta y amarrarla en un punto fijo, y fue ahí cuando quedó rodeado de policías y es detenido”, explicó.

Mercedes Rojas advirtió que en este país hay una “impunidad histórica”: “México está viviendo una coyuntura muy sensible en este momento. Creo que la detención de estos estudiantes ocurrida el pasado 20 de noviembre, es parte de esta coyuntura política en que se encuentra México. La situación jurídica es bastante engorrosa, muy burocrática y poco transparente”.

El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz,  aseguró que “el cónsul de Chile estaba con este detenido para prestarle el apoyo que se le presta a cualquier chileno que está en dificultades en el exterior. Cuando el chileno hizo la declaración ante la justicia mexicana estuvo acompañado por el cónsul y ya tiene un abogado de oficio que lo defenderá”.