La empresa británica Rurelec S.A. inició la construcción del polémico proyecto “Central Termoeléctrica Parinacota” ubicada en el Cerro Chuño de Arica, con oposición ciudadana a la utilización de combustible contaminante.
Mediante un comunicado la empresa recapitula que “en el año 2013, había obtenido la autorización para sustituir la tecnología a ser utilizada para la generación de energía eléctrica en el proyecto por una más amigable con el medio ambiente. En lugar de instalar cuatro motores que operarían con combustible “fueloil pesado” se proponía instalar una sola turbina que operaría con gas natural licuado (GNL)”.
No obstante, múltiples acciones legales ciudadanas impidieron que la iniciativa se llevara a cabo de ese modo, y la empresa optó por poner manos a la obra de acuerdo a lo señalado por su Resolución de Calificación Ambiental original, aprobada el año 2009 y que vence el 26 de enero del 2015.
En definitiva, el proyecto contempla la operación de cuatro motores en base a fueloil, y la generación total de 38 Mega Watts. Asimismo, el Gobierno ha respaldado la inversión de 40 millones de dólares en el proyecto privado.
El alcalde de Arica, Salvador Urrutia, mostró su rechazo a las pretensiones de la empresa de continuar con la iniciativa. Asimismo, advirtió que no se ha ingresado ninguna solicitud de permiso de construcción por parte de la empresa.
“Nos hemos opuesto siempre y ahora veremos una estrategia junto con otros ambientalistas que se resisten a que haya una termoeléctrica tan cerca de la ciudad, con un atentado a la vida y el medio ambiente de Arica” criticó Urrutia.
El ingeniero civil y académico de la Universidad de Chile, Roberto Román, opinó que en la región de Arica y Parinacota se necesita energía eléctrica y dentro de las posibilidades de combustible para los motores el gas natural licuado es el más óptimo, siguiéndole el fueloil pesado y por último, el carbón.
Román agregó que al tratarse de un proyecto de pequeña generación energética, habría sido más conveniente impulsar una iniciativa a base de una turbina de gas, como se propuso Rurelec en un determinado momento.
En tanto, el director ejecutivo de Energía Inteligente, Miguel Márquez, explicó que el fueloil pesado es un derivado del petróleo que se rige por los precios del crudo a nivel internacional, que van a la baja, sin embargo, indicó que la mirada para las centrales energéticas debiera ser de largo plazo, hasta 20 años, donde los costos pueden elevarse.
“Esta baja sensible en los precios del crudo y el gas natural no puede hacernos olvidar de que Chile en recursos energéticos renovables no convencionales: sol, agua, biomasa, geotermia” dijo Márquez y añadió que el Estado y sus organismos encargados de promover las energías no convencionales, no han cumplido bien su rol.
Recordemos que en representación del punto de vista de algunos ciudadanos de Arica, el abogado Lorenzo Morales interpuso un recurso de protección contra el Servicio de Evaluación Ambiental, que ahora se encuentra en la Corte Suprema. Los vecinos esperan que mediante esta acción judicial se paralice el proyecto.