La bailaora y coreógrafa sevillana María Pagés (1963), quien es reconocida mundialmente por llevar el arte flamenco a un nivel superior reflejado en sus movimientos y puestas en escena, llega por primera vez a Chile con su obra más íntima: “Autorretrato”.
La pieza, estrenada en 2008 en el Tokyo International Forum, ha viajado junto a su compañía por los cinco continentes, y en esta oportunidad se podrá ver en el Teatro Municipal de Santiago el 24 y 25 de marzo.
Comenzó su carrera profesional con la compañía de Antonio Gades. Desde ahí, en 1990 armó la Compañía María Pagés con la cual ha presentado los montajes “Óyeme con los ojos”, “Yo, Carmen”, “Utopía”, “Flamenco y poesía”, “Flamenco Republic” y “Autorretrato”. La historia comenzó con la invitación que hizo el bailarín, coreógrafo y actor letonio-soviético Mikhail Baryshnikov, a la bailaora de crear una obra personal, que se basara en su trayectoria como mujer, creadora y directora. Desde la experiencia de autoconocimiento surgió esta pieza.
Tal como lo vemos en cada uno de sus coreografías, el sello de Pagés es innegable. Su definición “soy lo que bailo”, se expresa en los elementos con los que dialoga la artistas, siempre acompañada de ritmo y melodía, zapateo y percusión. De esta forma la bailaora reflexiona sobre su identidad y sus roles en la sociedad, en un lenguaje que sobrepasa la coreografía, la música, iluminación, vestuario, dramaturgia, ya que se impone de manera compleja hacia una mirada del mundo y a lo que nos vemos enfrentados día a día.
El montaje se presenta en cuatro cuadros, los cuales abordan la sala de ensayo, lugar donde surge la creatividad; el hogar, espacio donde se produce el encuentro personal; la compañía, lugar previo, de preparación; y el escenario, donde se produce el encuentro con el mundo. En cada uno de ellos, María Pagés los piensa como espacios simbólicos, donde lo concreto son las experiencias personales y las emociones.
Ante esta primera visita dice sentirse entusiasta. Espera poder concretar un viaje que se ha venido aplazando por “coincidencias o falta de ellas”, comenta, pero espera que nazca un amor entre Chile y su baile.
¿Qué reflexiones hay detrás de Autorretrato?
Autorretrato supone un punto de inflexión de mi carrera, nace en un momento de mi vida donde hay un cambio a nivel personal importante, y donde entiendo que a partir de ahí hay que coger un rumbo a nivel creativo. Ese es el de María como creadora y el de María como intérprete, que hace que Autorretrato sea pura reflexión. Me planteo una obra coreográfica y flamenca tiene que ser una creación global donde no solo hay paso, sino que abarca una serie de ingredientes que la conforman.
¿De qué manera un autorretrato refleja la visión global del mundo?
El aspecto social es el que siempre me ha interesado. Aunque retrato sea el reflejo de yo como persona, como mujer y creadora, lo que más reivindico es que todo esto tiene que revertir en la sociedad, en un público, si no, no tiene sentido. No es una obra de yo sola en el mundo, sino con el mundo, de ahí que emociona. Es un enfoque de yo como creadora, para que tenga un sentido social. Me expreso como madre, como mujer que trabaja, me conecto con las mujeres y si eso no existe esto no tiene sentido. Creo que es una característica para que la creación tenga sentido es que tiene que conectar desde lo más profundo.
¿Cómo a través de la danza podemos lograr transformaciones sociales?
Lo que más me interesa es que tenga ese sentido, el arte es parte de lo que somos y nos ayuda a cultivar las emociones. Este aspecto tan importante del ser humano está siendo dejado en segundo plano. Creo que muchos de los problemas que existen en el mundo es porque el hombre ha quedado reducido a cuanto tiene, es cuanto vale. Ha quedado reducido a que la crisis a nivel mundial es solo una crisis económica y por eso estamos tan mal, cuando en realidad yo creo que la crisis es más profunda porque no nos estamos cuidando en nuestras emociones. Al fin y al cabo somos seres humanos y estos aspectos están recluidos y pasados a segundo plano, el arte viene a remover todos estos aspectos y valores.
En tus montajes aparecen poetas tan importantes como Antonio Machado, Gabriel García Lorca y José Saramago. Este último se involucró poniendo voz a su poema Ergo uma Rosa. ¿Qué rol le atribuyes a la poesía?
La poesía está muy presente en mis creaciones porque la palabra es una de las vías de comunicación del ser humano más importantes. El flamenco es pura poesía, pero es una poesía popular, anónima y con un potencial emocional enorme porque se ha ido transmitiendo de unos a otros y la poesía está presente en el canto. Además, es muy importante cómo podemos encontrar inspiración en la poesía de las y los poetas. La poesía propiamente dicha es otra forma de inspiración y estoy rodeada de toda esa poesía y siempre he estado muy dispuesta. En el caso de Antonio Machado nos une que ambos somos de Sevilla, es un hombre que transmitió, protegió y cuidó el flamenco y es muy inspirador, en el caso de José Saramago fue alguien que conocí y tuve la oportunidad de compartir su poesía y cuando bailé su poema decidí que él era quien me lo tenía que contar, lo hicimos en directo muchas veces, ahora ya no está, pero nos queda su voz.
Y ¿Qué te atrae de Pablo Neruda, que es parte del montaje Utopía?
De Neruda…Hay una soledad que asociamos con su letra y es la que el habla del exilio. Todos los que amamos la poesía, amamos a Neruda. Es un poeta al que siempre he admirado mucho, así que la próxima vez trataremos de ir con utopía y bailar su palabra.
“Autorretrato” de María Pagés se puede ver el 24 y 25 de marzo en el Teatro Municipal de Santiago.