¿Por qué las potencias mundiales se enfrentan en Yemen?

Tal como en el caso del cruento conflicto sirio, diversas son los actores globales que intervienen en los enfrentamientos de Yemen: Arabia Saudita, Irán y Estados Unidos, por nombrar solo algunos. Naciones Unidas ha denunciado que ese país estaría al borde de una guerra civil, pero ¿cuánto pesan los conflictos de clanes y religiosos internos? ¿O es Yemen otro escenario tironeado por los intereses geopolíticos internacionales?

Tal como en el caso del cruento conflicto sirio, diversas son los actores globales que intervienen en los enfrentamientos de Yemen: Arabia Saudita, Irán y Estados Unidos, por nombrar solo algunos. Naciones Unidas ha denunciado que ese país estaría al borde de una guerra civil, pero ¿cuánto pesan los conflictos de clanes y religiosos internos? ¿O es Yemen otro escenario tironeado por los intereses geopolíticos internacionales?

Una real crisis humanitaria se vive en Yemen, país pobre del sur asiático, que limita con Arabia Saudita y estados africanos como Etiopía y Somalía. Tanto es así que este fin de semana Naciones Unidas pidió una tregua humanitaria inmediata que signifique, al menos, unas horas diarias de alto a los combates armados y los bombardeos para permitir la llegada de ayuda a la población civil.

La violencia en la zona está cruzada por múltiples factores, tanto internos como externos, que se entrelazan a la hora de buscar el origen de las tensiones. Como antecedente inicial, no hay que olvidar que Yemen se ubica en una zona estratégica a nivel mundial, donde se desarrollan los mayores productores de petróleo del mundo, y de donde Occidente obtiene no sólo este combustible, sino también gas.

El académico del Centro de Estudios árabes de la Universidad de Chile, Eugenio Chahuán, apuntó al origen social de las fracturas en Yemen y el lazo que se produce también con la realidad de la zona.

“Hay un problema interno, una fractura tradicional en la sociedad yemení. Hay que pensar que, en la historia, ese Estado muchas veces fue fraccionado, que existía una división que se traducía en Yemen del sur y Yemen del norte, lo que obedece a una sociedad muy dividida en estructuras clánicas, yo diría ancestrales, las que además tienen una vinculación con pertenencias religiosas entre sectores sunitas y chiitas. Yo diría que eso, complejizado con toda la dinámica que se está dando en la región con la aparición de ISIS y la pugna entre Arabia Saudita e Irán, se ve reflejado en la dinámica interna del país”, afirmó el especialista.

El académico añadió que “es una especie de campo donde aparecen las contradicciones fundamentales de la zona y donde existe además una verdadera pugna por el poder”. Esto, porque Yemen no fue ajeno a las llamadas “primaveras árabes”, cuando el 2011 fue derrocada la dictadura sunita de Ali Abdalá Saleh, después de más de 30 años.

Desde entonces el tránsito hacia la democracia de este país ha sido complejo, ya que el sector que tomó el poder no era del gusto del bloque que componen Arabia Saudita, cercana de los Estados Unidos y, hasta cierta medida, de Israel. Por otro lado los chiitas se asociaron a Irán. Es allí cuando las alianzas y los bloques comienzan a tener peso, según señaló el profesor del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la USACH, Fernando Estensoro.

“¿Cuentan los grupos en disputa internos con apoyo exterior?, Sí cuentan. Por si solos no podrían hacer nada. Entonces el grupo chiita rebelde en Yemen (rebelde entre comillas porque depende del lado del que lo estés mirando) ¿cuenta con el apoyo de Irán?, Sí. El presidente que ahora huyó ¿cuenta con el apoyo de Occidente, Arabia Saudita y Egipto? Sí. De hecho, Arabia Saudita está bombardeando a las fuerzas chiitas”, explicó el académico.

En este mapa de la complejidad geopolítica y de afinidades político-ideológicos Estados Unidos busca ganar fuerza para mantener su acceso a los recursos económicos y hacerle frente al poderío de Irán, que está negociando con Occidente su programa nuclear.

El analista internacional Guillermo Holzmann afirmó que la estrategia del país norteamericano ha cambiado en los últimos años. En ese sentido sostuvo que Estados Unidos está manejando una situación compleja, cuando antes trabajaba por la vía de la intervención directa de tipo armado o de ayuda al fortalecimiento de los Estados a través de armamento militar, mientras ahora adopta una estrategia de intervención más mediada. Su instalación en la zona no ha sido fácil, e incluso aparece cuestionada.

Con todas estas presiones e influencias, en estos momentos Yemen es un tablero de ajedrez con varios movimientos por definir. Arabia Saudita continúa con sus ataques, más aún después de la muerte de su príncipe en los bombardeos de este viernes, mientras Irán propone un plan de cuatro puntos para un acuerdo. Naciones Unidas, en tanto, exige vías para facilitar la ayuda humanitaria y se desarrollan en paralelo conversaciones clave para la geopolítica de los países árabes.





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