Los requisitos que deberán tomar los planteles que accedan a la gratuidad fue una de las materias relevantes que se conversaron en el último encuentro del Consejo de Rectores. Cambiarse solo una vez de carrera será una de las condiciones que tendrán que cumplir los universitarios que estudien gratuitamente el próximo año.
Principalmente, esta medida busca racionalizar los recursos provenientes del Estado. No obstante, ante este requisito, académicos de diferentes universidades plantearon que la política de gratuidad tiene que ir acompañada de un plan de bachillerato para la educación superior. Esto, reconocen, permitirá mejorar la orientación vocacional de los futuros profesionales.
El académico de la Universidad Diego Portales, Ernesto Treviño indicó que los cambios de carreras en los primeros años son frecuentes, por lo que aconsejó implementar programas de bachilleratos.
“Muchos de los estudiantes más vulnerables no poseen gente en su entorno que les pueda contar cómo son cada una de las carreras. Evidentemente, ellos podrían estar en desventaja, por lo que será necesario reforzar esto con políticas de acompañamiento y orientación.”, aseguró Treviño.
Según los expertos, permitir que los estudiantes puedan cambiarse solo una vez de carrera es una regla necesaria para compatibilizar la gratuidad y los recursos disponibles. Sin embargo, los académicos recordaron rasgos del sistema universitario chileno.
“Solo en las universidades del Consejo de Rectores existe un 50 por ciento de estudiantes que no se titula nunca, jamás”, comentó el académico de la Universidad de Santiago, Francisco Javier Gil. Para él, junto con la gratuidad se deben mejorar los sistemas de admisión a las universidades, aumentando, de esta forma, las tasas de retención. En este sentido, el creador del ranking de notas planteó que se deben concretar nuevas herramientas e incorporar a los alumnos con alto rendimientos en los colegios. Para Francisco Javier Gil, la trayectoria escolar es un elemento que mejoraría las tasas de titulación de los universitarios.
De la misma forma, también aconsejó a las casas de estudio implementar un plan de bachillerato lo antes posible, explicando que “este año las universidades pueden hacer un plan que se pueda implementar en 2016 o 2017.”
Desde el Consejo de Rectores aceptaron la disposición planteada por el Ministerio de Educación. Es más, para el vicepresidente Ejecutivo del Cruch, Aldo Valle, el régimen de gratuidad debe llevar consigo “obligaciones y deberes para los estudiantes porque los recursos que estará poniendo la sociedad chilena a disposición de esos jóvenes (…) son recursos que se podrían utilizar para atender otras necesidades.”
Los rectores afirmaron que esta política no está cien por ciento esclarecida. En los próximos meses, el Gobierno tendrá que definir qué ocurrirá con los alumnos que pertenezcan al 60 por ciento más vulnerable y desean cambiarse de carrera por segunda vez, o si con este requisito se establecerá un plan común en el sistema de educación superior.