En el estadio El Teniente de Rancagua se jugó el ultimo partido amistoso de la selección de fútbol de Chile antes del inicio de la Copa América. El rival fue el representativo de El Salvador y el marcador favoreció a los chilenos por uno a cero. La selección nacional dominó completamente la posesión del balón y fue protagonista casi único del encuentro. No solo determinó el ritmo del partido, también decidió el lugar de la cancha donde se jugaría y disputaría la pelota. Fue superior a su rival y lo venció con justicia. Sin embargo, queda la certeza de no haber podido demostrar en el marcador la superioridad y de haber concretado un porcentaje realmente bajo de lo creado. Desde hace tiempo que la selección trae extraviado el gol y acusábamos incapacidad para generar opciones o espacios. Esta vez la inoperancia ofensiva fue responsabilidad exclusiva de sus delanteros.
Sampaoli había dicho que aprovecharía el encuentro para probar el funcionamiento pensando en el debut y que no le importaba demasiado el resultado. Obviamente pelearía por ganar igual que siempre, pero era una señal que invitaba a ir más allá en el análisis. Y mirando de ese modo se sacan algunas conclusiones importantes de cara a la disputa de la Copa:
En el arco no hay que tener preocupaciones. Claudio Bravo ha coronado una temporada de ensueño con su club y su participación individual ha sido destacada. Tenemos a un arquero que da garantía y que esta acostumbrado a la alta competencia. Si existiera algún percance Johnny Herrera ha dejado en claro que tiene el nivel suficiente para defender con autoridad y calidad la meta chilena. Más atrás aparece Garcés, que aunque tenga pocas opciones de jugar, nadie puede discutir su nivel e importancia al menos en las últimas cinco temporadas de la competencia local.
Chile posee una defensa sólida y coordinada, que juega bien la pelota y que ofrece alternativas importantes para la presión adelantada y la recuperación del balón. Que además es muy buena en el enfrentamiento individual y que comete pocas faltas cerca del área propia. También que posee laterales con profundidad ofensiva y con el despliegue físico de sobra para recorrer ese propósito sin descuidar sus labores en defensa. Entre los aspectos negativos o debilidades diremos lo que ya se sabe, que tiene poca estatura y sufre con el juego aéreo, que no tiene tanta velocidad para cubrir los enormes espacios que deja a sus espaldas y que carece de la envergadura y la fortaleza para disputar duelos físicos con jugadores poderosos en ese aspecto. La ventaja es que llegan a esta disputa con mayor experiencia y madurez cuestión que sabemos es fundamental para suplir las deficiencias descritas. Es fundamental la concentración, reducir al mínimo los errores y tratar de anticipar lejos del área propia. Contra El Salvador que tenía un solo delantero hubo momentos de zozobra y si pensamos en el nivel de los delanteros que se enfrentarán en la Copa nos permite suponer que no será nada fácil mantener el arco en cero con este sistema. La clave es el protagonismo colectivo, el dominio en la posesión del balón y atacar mucho mas de lo que se defiende.
En el medio campo Chile tiene jugadores de gran despliegue físico y talento. Marcelo Díaz, Charles Aránguiz y Arturo Vidal (al parecer los que arrancaran como titulares) tienen las condiciones de sobra para pelearle esa zona de la cancha a cualquier equipo. Además todos tienen la cualidad de ser buenos habilitadores y de tocar con precisión para asegurar la tenencia de la pelota. En esta zona tenemos un gran equipo y si había alguna duda al respecto, la actuación de David Pizarro contra los salvadoreños mostró que además hay alternativas realmente atractivas. Incluso como para aspirar a la titularidad. Si miramos al resto de los jugadores que pueden suplir esos puestos encontramos buen pie, buena técnica individual y varios años de experiencia. En el medio Chile debe competir con todos y ganarle a muchos en Sudamérica. Quizá solo Argentina y Brasil sean tan poderosos en esa parte del campo.
Definitiva es la importancia del creador de juego, Jorge Valdivia ha llegado bien al torneo y lo ha demostrado en este amistoso. Su rol es fundamental para abrir espacios a los delanteros y para encontrar los huecos entre las defensivas rivales. La capacidad para girar, conducir y habilitar están intactas y hay que aprovecharlas esta vez. Con Valdivia y también con Pizarro se gana una faceta que no posee la selección cuando no están, ya que ambos tienen gran facilidad para explotar los movimientos verticales de los laterales y los volantes, permitiendo la sorpresa y el ingreso al área de un mayor número de atacantes. Siendo críticos diremos que contra los centroamericanos se generaron algunas opciones pero debemos reconocer que no fueron en la misma proporción del dominio obtenido y eso jugando frente a un rival de escasa jerarquía es preocupante. Contra defensas cerradas y fuertes o cuando no se tiene tanto la pelota es cuando el conductor más tiene que aparecer para marcar diferencias y solucionar esos tramites complicados.
En delantera hay consideraciones pertinentes. Alexis Sánchez viene a un nivel extraordinario, pero es fundamental encausar su juego y sus esfuerzos. Sánchez no puede moverse por todos lados y bajar a su antojo porque desordena el juego del resto y se resta de la definición, que es en donde más se le necesita. Hay que hacerlo jugar como en su club que es como ha deslumbrado a tantos. Saliendo desde algún costado y cerrando al centro, con un mayor compromiso con la recuperación adelantada del balón y con la presión de los centrales rivales. Por otra parte, el nivel actual de Eduardo Vargas permite cuestionar su inclusión desde el inicio. La lesión obviamente ha comprometido su mejor nivel y lo han relegado en el ritmo de juego y en la precisión que es tan fundamental en el área. Es cierto que conoce muy bien el sistema y que le ha respondido al entrenador en desafíos importantes pero no llega en su mejor versión. En todo caso, dentro de la opciones que ha citado el cuerpo técnico nacional es imposible encontrar un jugador de similares características y la opción de cambio seria una apuesta novedosa o implicaría una modificación del sistema de juego (en caso que se decidiese el ingreso de un centrodelantero natural como Pinilla o Henríquez). En torneos cortos como este la producción ofensiva y la precisión cobran un rol fundamental. Por ello hay que privilegiar el momento individual de los delanteros y aprovechar al que se encuentre mas fino en la definición. Eso es algo que los entrenadores observan con facilidad dentro de los entrenamientos asignados para ese fin aunque a veces escogen basados en otros métodos o búsquedas no menos relevantes.
El nivel de las selecciones que llegan a esta edición de la Copa es realmente atractivo. Da la impresión de que la disputa se ha emparejado y que hoy cualquier selección es difícil de vencer, haciendo más atractivo el campeonato. Quizá Bolivia, Venezuela y Jamaica luchen desde más abajo, pero es innegable que también poseen argumentos para complicar a cualquiera y merecen aspirar a mejor suerte. Ecuador, Paraguay, México y Perú pelean parejo y con selecciones competitivas. Colombia y Uruguay llegan con un grupo que se conoce bien y con figuras rutilantes lo que permite augurar un alto rendimiento. Chile por ser el local y por la madurez del proceso selectivo tiene altas posibilidades de hacer un buen papel y por ello aparece un peldaño más arriba. En la cima, Argentina y Brasil siguen siendo los favoritos y los mejores. Destronarlos requerirá del mayor y mejor esfuerzo de los aspirantes.
Todo esta listo para la disputa. Ojalá que los nuestros tengan un buen torneo y que lleguemos tan alto como merezcamos. Tenemos en casa a gran parte de los mejores jugadores del mundo, a los mejores del continente y sin dudas al mejor de todos. Disfrutemos el juego y que comience a rodar la pelota.