Ya clasificados ingresaron al partido las escuadras de Chile y Bolivia. El triunfo que minutos antes había conseguido Ecuador ante México, permitió jugar un partido más relajado, pese a la polémica ocasionada por la permanencia de Arturo Vidal en la Selección después de protagonizar un accidente de tránsito bajo la influencia del alcohol.

Recién empezado el encuentro, Charles Aránguiz rompió la paridad. Un sólido remate de derecha tras la habilitación de Vargas permitió que Chile celebrara tempranamente.

En el 37 llegó el gol de Alexis Sánchez. Después de dos tiros libres que dieron en el palo, el “niño maravilla” hizo gritar a los 40 mil chilenos que llenaron el estadio. Chile, jugando mejor que el rival, quedaba 2-0.

En el segundo tiempo, Jorge Sampaoli decidió reservar para el próximo partido a Sánchez y Vidal.
Las dos estrellas de La Roja fueron reemplazados Henríquez y Fernández, respectivamente.

Minuto 65 y el “príncipe” volvió a celebrar. Un toque al segundo palo coronó su primer doblete para la Selección. En el 68, vino el tercer cambio chileno. David Pizarro reemplazó a Gonzalo Jara, en medio de un estadio que coreaba su nombre.

El cuarto fue de Gary Medel. En el minuto 79, Chile llegó nuevamente en la red, en un partido en el que se encontró con el fútbol, el ritmo y el gol.

Al cerrar, Raldes marcó el autogol que sentenció el 5-0 para los locales y la clasificación de La Roja en el primer lugar del grupo A quedando a la espera del segundo mejor tercero de la competencia.

Antes de empezar el juego, los clásicos gritos del público: “Ole ole, ole ola el que no salta no tiene mar”, bajaban desde las galerías. Sin embargo, durante el himno patrio de Bolivia los asistentes, con tarjetas verdes en mano, mantuvieron la calma y el respeto, pese a los temores que se tenían al respecto.

De este modo, el diferendo marítimo que tiene a ambos países enfrentando un juicio en el Tribunal de La Haya no llegó hasta el Estadio Nacional, donde chilenos y bolivianos se dedicaron a ver, jugar y celebrar el fútbol.