La amistad entre el cardenal Francisco Javier Errázuriz y el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Ricardo Ezzati, es estrecha. Al menos eso se demuestra los correos electrónicos entre ambos. Entre los temas que frecuentan, se reveló el cómo los sacerdotes trabajan unidos para interceder en decisiones eclesiales contrarias a su gusto y voluntad.
Uno de los temas dados a conocer es Felipe Berrios. Desde mediados de 2014 se sabe que el salesiano no es partidario de la forma en la que el ex capellán de Un Techo para Chile conduce sus palabras. Ejemplo de ello fueron los antecedentes enviados al Vaticano, en el que acusaba a Berríos de ser un díscolo dentro de la Iglesia chilena.
En ese momento, Ezzati negó la información. Sin embargo, a un año del suceso, la correspondencia dirigida al Cardenal lo confirma: “En Chile estamos terminando una semana bastante complicada con la entrevista del P.Berríos a TVN. Una hora de entrevista llena de soberbia y de afirmaciones contrarias al Magisterio de la Iglesia, utilizando al Santo Padre, en tono de profeta que denuncia la corrupción y la incoherencia de la Iglesia”¸ se lee en un correo fechado en junio de 2014.
Esa no fue la única arremetida de Ezzati contra Berríos. Al tiempo, le escribió a Francisco Javier Errázuriz para que interviniera en el posible nombramiento del sacerdote como capellán de La Moneda.
En la respuesta, desde Italia el sacerdote aseguró que: “Antes de salir de Chile llamé a Enrique Correa para decirle que si el gobierno nombrara al personaje (como) capellán de La Moneda, estaría armando un gran e innecesario conflicto, porque te obligaría a rechazarlo, lo cual crearía serias tensiones entre el gobierno y la Iglesia, y al interior de la Iglesia. Me dijo que lo transmitiría de inmediato”.
Finalmente, el nombramiento no llegó. Desde La Moneda, Jorge Burgos desconoce estar al tanto del rol de Enrique Correa en el nombramiento del Capellán. Sin querer profundizar en los vínculos del reconocido lobista con la decisión.
Desde el otro lado, Felipe Berríos respondió: “Se hubieran esperado, no me interesaba ser capellán de La Moneda porque no tengo dedos para el piano”.
En conversación con la prensa, el sacerdote que hoy se encuentra ejerciendo su magisterio en Antofagasta, lamentó el episodio que revela la comunicación entre Ezzati y Errázuriz: “Encuentro tan triste una conversación así entre cardenales, debieran estar preocupados de cosas más importantes, no estar preocupados de una chimuchina”.
Víctimas de Karadima
No solo del capellán de La Moneda conversaban los sacerdotes. En otros de los correos dados a conocer, se filtró la petición expresa de Ricardo Ezzati para frenar la llegada de Juan Carlos Cruz (una de las víctimas de Fernando Karadima) a la Comisión Pontificia de Previsión de abusos sexuales.
“Espero que no sea así, sería demasiado grave para la Iglesia de Chile. Significaría, entre otras cosas, dar crédito y avalar una construcción que el Sr. Cruz ha construido astutamente, después del Decreto de la Congregación para la Doctrina de la De, y más allá de los elementos objetivos, dolorosos y vergonzosos condenados por el mismo Decreto y que responden a la verdad de los hechos. Espero que Usted pueda hacer luz con quienes tienen responsabilidad de este nombramiento”¸ plantea Ezzati en el mismo correo del 28 de junio.
La respuesta de Errázuriz es aún más intimidante: “Mañana lunes a primera hora me instalo en las oficinas del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe para impedir el mal del cual me escribes. Si no lo acepta, hablaré con el Santo Padre. ¿Y qué te parece si se procediera a un nombramiento así sin consultar ni al Presidente de la CECH ni a ninguno de los cardenales chilenos? Sería un nuevo motivo para reformar la Curia”.
Ante los antecedentes, Juan Carlos Cruz repudió el accionar de los sacerdotes: “Estoy como choqueado, más que nada me choquea que hombres de la calaña de Ezzati y Errázuriz traten a la gente así, que me digan la serpiente”, dijo a La Tercera, haciendo alusión al adjetivo usado por el Cárdenal para referirse a él en los correos.
“Ellos nunca han actuado con la verdad, como yo no tengo ningún pudor, ellos tienen terror, ellos estan metidos hasta lo más profundo en la mentira, tienen miedo a que la verdad salga a la luz”, agregó.
La defensa del Arzobispado
A través de un comunicado de prensa, el Arzobispado de Santiago cuestionó la filtración de los correos “privados entre los cardenales”.
“El discernimiento de quiénes podrían ocupar determinados servicios eclesiales, es parte de la responsabilidad de las autoridades de la Iglesia”, apunta la organización en defensa a los carteos en los que critican la opción de Felipe Berríos.
Respecto del diálogo que ambos cardenales mantuvieron tratando de impedir la designación de Juan Carlos Cruz en la comisión creada por el Papa Francisco, el arzobispado aclara que “la decisión compete exclusivamente a la Santa Sede”.
Tras conocerse el escándalo, varias voces se alzan para pedir la salida de Ricaedo Ezzati del Arzobispado de Santiago.
A la petición esbozada por el director de América Solidaria, Benito Baranda, se suman la del senador Alejandro Guillier y el diputado DC Matías Walker.
Los parlamentarios declararon no estar de acuerdo con el proceder del jefe de la Iglesia en Chile, por ello pidieron que no celebrara el Te Deum de fiestas patrias, así como su renuncia al Arzobispado.