El video en el que la camarógrafa húngara Petra Laszlo derribaba con zancadillas a migrantes sirios que trataban de ingresar al país europeo, recorrió el mundo.

No solo los usuarios de redes sociales se impactaron con la frialdad con la que la mujer actuaba para impedir el paso a las víctimas de la crisis siria, los propios parlamentarios de la izquierda húngara advirtieron que presentarían una acción judicial en contra de la reportera-camarógrafa.

Pero no solo la historia de la mujer captó las pantallas mundiales, una cadena árabe de televisión identificó a Osama Abdul Mohsen (51) y su hijo Said (7), como las víctimas de Petra Laszlo.

Abdul sería un entrenador de fútbol sirio, contrario al régimen de Asad y que fue capturado y torturado por las fuerzas oficialistas de su país. Motivado por esos hechos, además de la inestabilidad que vivía en su tierra, decidió abandonar sus fronteras junto a su mujer y sus dos hijos. El primer destino fue Turquía, lugar del que tuvieron que volver a huir por no encontrar soluciones económicas que le permitieran mantener a su familia.

Así se movió hasta Alemania, esta vez con Said como su único compañero de viaje. Después continuó desplazándose hasta el momento en que se cruzó con Petra Laszlo, la camarógrafa empleada para una cadena de televisión N1TV, ligada a la ultraderecha húngara.

En el momento de la zancadilla y por el impacto que tuvo el video a nivel mundial, su familia lo identificó: “Eres un gran hombre, un hombre ambicioso que no conoce lo imposible. Has arriesgado tu vida y tu dignidad para darnos una vida digna y un futuro mejor para que continuemos con nuestra educación y ayudemos a construir una nueva Siria. Que Dios te ayude a tener la cabeza bien alta y a sentirte orgulloso. Que Dios te proteja, te dé paciencia y te acompañe”, es el mensaje que su hijo mayor publicó en Facebook tras reconocer a su progenitor.