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Chilenos astronómicos

Columna de opinión por Vivian Lavín A.
Miércoles 21 de octubre 2015 13:19 hrs.


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Como explica el Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015 Mario Hamuy para el Instituto Milenio de Astrofísica, MAS, es una exigencia del Estado realizar actividades de extensión. Es por esto que hicieron un llamado a los periodistas a participar en lo que llamaron un workshop, que no es más que un curso que tiene como objetivo entregar un panorama amplio de lo que está sucediendo hoy con esta disciplina a los encargados de comunicarlo luego a la sociedad.

La imposición viene de la Iniciativa Científica Milenio, un programa que antes estaba radicado en el Ministerio de Educación y hoy lo está en el Economía, Fomento y Turismo y que desde su creación ha significado un fuerte impulso a la producción de conocimiento científico y tecnológico en nuestro país. Y lo que hace es financiar “la creación y desarrollo de centros de investigación de alto nivel, en las áreas de ciencias sociales y ciencias naturales, los que son adjudicados, a través de concursos públicos, por sus méritos científicos. Estos centros se dividen en Institutos Milenio y Núcleos Milenio los que se diferencian, principalmente, por la cantidad de investigadores, periodo de financiamiento y monto de financiamiento”. Un mundo que los auditores de RUCH bien conocen a través del programa que se emite en nuestra radioemisora desde hace varios años con la conducción de Vicky Quevedo.

El nacimiento de este instancia radial fue una experiencia para este programa científico cuyo visionario equipo de entonces entendió las posibilidades que se abrían al poder comunicar a un amplio público el estado de la ciencia en Chile a través de sus más destacados representantes, los que están produciendo las investigaciones. La posibilidad de contactar a la audiencia con estas mentes brillantes a través de la Radio de la Universidad de Chile ha permitido que ese conocimiento que usualmente quedaba restringido a los papers e investigaciones que se publican en revistas científicas de muchos tipos, es decir, un espacio de científicos y para científicos, sean hoy conocidas de primera mano y en un lenguaje coloquial a través de la Radio. De aquí que no resulta raro que una de las exigencias que hoy imponen a los centros e institutos que financian sea la vinculación con el medio. Sin embargo, no es siempre una tarea fácil ni exitosa ya que no todos los científicos cuentan con las herramientas comunicacionales para “hablar en fácil”, como se dice coloquialmente, de modo que la labor de los periodistas es en este, como en muchos otros casos, esencial. Los periodistas científicos en estos casos cumplen un rol esencial.

Sin embargo, en el caso de la astronomía, es una cuestión más esencial y se hace un deber de todo periodista y también de todo chileno entender qué significa que nuestro país sea la capital mundial de esta disciplina.

Así como Chile es Neruda, la Mistral, el vino y el mar, Chile es también astronomía y entender por qué tenemos este estatus es tan importante como recitar uno de los 20 poemas de amor y una canción desesperada. ¿Qué hace que un punto de nuestro territorio tenga las mejores condiciones para explorar el cielo y que otro ubicado exactamente en la misma latitud pero en suelo argentino no las tenga? Podríamos decir que se produce una alineación de diferentes factores. Uno de ellos, es la corriente de Humboldt, un flujo de agua helada que al llegar a nuestras costas genera centros de alta presión que las nubes que se producen por la evaporación de las aguas del mar evitan. De esta manera, la zona norte de nuestro país no tiene los encapotados cielos de una Lima y goza de los menores niveles de humedad del planeta. Luego, las nubes que vienen en nuestra dirección desde Argentina son contenidas por otra barrera natural, como es la Cordillera de los Andes. Así, Chile tiene los cielos más despejados y secos para la observación astronómica los que unidos a su cualidad austral, lo convierten en la mejor ventana para la observación del centro de la Vía Láctea. Todo esto lo comprendieron bien los principales centros de investigación astronómica estadounidenses y europeos a los que el Estado chileno les dio las mejores condiciones tributarias, un estatus diplomático y una legislación que no se han cambiado desde los años 60, para que puedan seguir haciendo sus millonarias inversiones.

En escasos años, menos de una década, será nuestro país el lugar desde donde se producirá el conocimiento sobre el Universo. Para entender lo que significará la llamada era de la Big Data, con enormes cantidades de información, como que un telescopio producirá un video completo del Universo en 3 dimensiones cada 3 días se requerirán de astrónomos y otros tipos de científicos de variada índole, pero también periodistas  que traduzcan esta información pero sobre todo, de una población sensible  y receptiva.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.