A poco más de un mes de su apertura al público, el éxito del Museo Violeta Parra es indiscutible. Ya son más de 22 mil personas las que han llegado a conocer la obra de esta prolífica artista chilena.
El espacio, que además de su exhibición permanente ofrece visitas guiadas y talleres para distintos niveles educacionales, ha sido visitado por niños, adultos y personas de la tercera edad.
Además de su oferta como exhibición, el recinto se ha trasformado en un espacio generador de cultura, como lo que ha ocurrido con las presentaciones que Tita Parra, nieta de Violeta, ha regalado a los asistentes que vistan el museo durante el fin de semana.
“A mí no me sorprende”, dice Cecilia García-Huidobro, presidenta del directorio de la Fundación Museo Violeta Parra, sobre el rotundo éxito del espacio. “Siempre que he estado vinculada a proyectos de Violeta, he visto cómo la gente tiene una necesidad de vincularse con su pensamiento, su obra, su música. Y yo creo que es la respuesta obvia a lo que simboliza y significa Violeta para los chilenos”.
“La gente lo esperaba. La conexión es inmediata. Es muy impactante Violeta para nuestra identidad. Ella es un símbolo de nuestra identidad”, recalca.
“Lo que más me llama la atención es la cantidad de gente de regiones que ha venido. Eso sí que tampoco me lo esperaba en esas dimensiones. La cantidad de niños, de lejos. Lo encuentro muy impresionante y creo que no va a mermar”, agrega Cecilia García-Huidobro.
En ese sentido, asegura que “el desafío para el directorio y el equipo humano que trabaja acá es estar respondiendo siempre a las expectativas de la gente”.
Manuel García: “Se cierra un círculo y se abre otro”
Para el reconocido cantautor chileno y miembro del directorio de la Fundación Museo Violeta Parra, Manuel García, el éxito del espacio obedece a la “ansiedad” de la ciudadanía de estar conectada con la artista.
“La gente estaba esperando durante muchos años estar cada vez más cercad e la Violeta. Se refleja en esta ansiedad y en este número extraordinario de visitas”, enfatiza el músico.
“La obra de la Violeta hace mucho tiempo que espera ser parte de la gente. El museo permite que ese ciclo se cierre y se abre otro que es lo que la gente se lleva del museo”, insiste.
“Ahora las personas van a empezar a hablar y reflexionar en torno al pensamiento de Violeta Parra y eso también es lo que va a proyectar toda esta situación de las visitas y la relación con lo que el museo quiere decir como ente estético, cultural y artístico”, concluye.