Hasta mediados de diciembre se presenta, en el Teatro de la Palabra, la obra Nunca acabar, escrita y dirigida por Manuela Oyarzún y montada por la compañía Mapamundi Teatro, que se ha caracterizado por vincular diferentes disciplinas en sus trabajos.

En esta ocasión, la obra se basa en los cuentos de nunca acabar, propios de la tradición oral, y en los juegos que se transmiten de generación en generación, como el elástico, la cuerda y el péndulo.

A partir de eso, el grupo desarrolla una serie de cuadros en que los actores encarnan a personajes anónimos, con su rostro cubierto y con muy poco texto en escena. “No es una obra convencional, desde el punto de vista de contar una historia cronológicamente, con un principio, un conflicto y un desenlace. Es una obra dividida en cuadros y cada uno cuenta una historia, pero de una manera más simbólica y ritual”, dijo Manuela Oyarzún en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile.

“Cada cuadro está cruzado por un juego de infancia, un juego que podemos recordar y nos remite a los juegos antiguos, a los juegos populares. Dentro de cada cuadro, se cuenta una historia que podríamos tener en la memoria”, añadió.

Como lo habían hecho en otras ocasiones, Mapamundi acude también a otras disciplinas en esta obra. Específicamente, al mapping, técnica que permite proyectar imágenes sobre objetos tridimensionales, y que en este caso se combina con el movimiento de los actores.

El elenco de la obra es conformado por Carla Casali, Rodrigo Lisboa, Francisco Pérez Bannen, Carla Romero, Mónica Valenzuela y Santiago Meneghello. Este último explicó que “la obra también trata sobre la trama en la que nosotros tejemos la vida, nos basamos un poco en eso como subtexto. Estos cuentitos que se tejen de una forma u otra y que no tienen final son metáforas de lo que estamos comentando escénicamente”.

Nunca acabar se presenta de jueves a sábado, hasta el 12 de diciembre, en el Teatro de la Palabra, ubicado en Crucero Exéter 0250, en Bellavista. Las entradas tienen valores entre cuatro y seis mil pesos y las funciones de los jueves tienen un valor único de tres mil pesos.

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