Fueron 397 votos a favor contra 223 en contra en en la Cámara de los Comunes británica, los que esta noche decidieron que Gran Bretaña se uniera a los ataques aéreos en Siria e Irak en contra del Estado Islámico.
Fueron 67 los parlamentarios laboristas quienes -tras un maratónico debate de casi 10 horas- apoyaron la moción del primer ministro conservador, David Cameron, yendo en contra de la postura de su líder, Jeremy Corbyn, quien de todos modos había dejado en libertad de acción a los congresistas de su partido.
Cameron señaló en su discurso en la Cámara que el Reino Unido debe ir “tras los terroristas en sus feudos, desde donde están planeando matar a británicos” o “sentarnos y esperar a que ellos nos ataquen”.
Esta decisión se enmarca en el refuerzo de los ataques en contra de los islamistas tras los ataques registrado en París el pasado 13 de noviembre, que dejaron casi 200 muertos.