Nadie lo quiere reconocer públicamente, pero es comentario de pasillos que el fútbol chileno está al borde del precipicio. Las múltiples irregularidades que están siendo investigadas por la Justicia podrían derivar, incluso, en la pérdida de la personalidad jurídica de la ANFP, un escenario que podría terminar por sepultar al fútbol profesional.
Por lo mismo, lo que ocurra durante enero será clave. En primer lugar, con la elección de la nueva directiva de la ANFP, la que tendrá la labor de llegar a un acuerdo con el Ministerio de Justicia para evitar que el Estado intervenga la institución.
Esto, por las múltiples irregularidades detectadas en los contratos suscritos por Sergio Jadue con diferentes personalidades jurídicas y naturales, sumado al informe del ex contralor Ramiro Mendoza, quien recomendó una auditoría forense de la institución producto del desorden y las platas perdidas que detectó el estudio.
Mario Salas, director técnico de Universidad Católica, cree que esta crisis debe ser aprovechada para dar un giro en la actividad. “La situación actual de la ANFP no puede tocar más fondo, hay que utilizarlo como un trampolín, no nos puede ir mucho peor”.
Para el ex presidente de la ANFP Harold Mayne Nicholls, todos deben asumir su responsabilidad, incluyendo a quienes pusieron en el cargo a Sergio Jadue. “Lo que él hizo es problema de Jadue, no tienen que ver los equipos grandes, pero sí tienen responsabilidad en haberlo puesto en ese lugar”.
En tanto, el capitán de la selección chilena, Claudio Bravo, afirmó que hay muchos intereses económicos en juego en torno a la ANFP. “Viendo que hay tanta gente con ganas de apoderarse de la ANFP, uno ve que hay mucho dinero, muchos intereses de por medio”.
El Gobierno sigue de cerca el desarrollo de las investigaciones, como sostiene el vocero del Ejecutivo, Marcelo Díaz. “Son situaciones graves, nosotros hemos hecho lo que nos corresponde por intermedio del Ministerio de Justicia, pero son hechos complicados, qué duda cabe”.
El escenario se ve difícil, pues el desorden financiero es gigante. Hay traspasos de recursos sin respaldo, no se sabe cuánto dinero se recibió por las entradas de la Copa América, existe medio millón de dólares extra que entregó la Conmebol por ese campeonato y se desconoce a qué corresponde.
Además existen 3,5 millones de dólares que llegaron a la ANFP, cuyo rastro es incierto, y que se habría justificado como compras de entradas por parte de los jugadores, junto con un gasto no justificado de un millón de pesos en la conocida tienda Óscar de la Renta.
Todo esto amerita que la Asociación pierda su personalidad jurídica, pero eso significaría paralizar la actividad profesional por un tiempo indefinido hasta que se cree otra entidad que pueda ser aceptada por la FIFA, un periodo que algunos calculan podría durar dos años.