“David Bowie murió este domingo rodeado por su familia, luego de un valiente combate de 18 meses contra el cáncer”. Este fue el mensaje publicado este lunes en las cuentas oficiales de Twitter y Facebook del artista.
David Bowie, cuyo verdadero nombre era David Robert Jones, nació el 8 de enero de 1947, en Londres, en el barrio de Brixton. Su carrera artística, de casi 40 años como cantante, compositor, productor y actor, estuvo marcada por la extravagancia y una increíble facilidad para cambiar de apariencia. Cada nuevo disco o concierto le permitió abordar un nuevo personaje; mutación permanente de look y de estilos musicales, que lo hizo uno de los cantantes más originales de su generación.
El cantante británico había sacado al mercado un nuevo álbum Blackstar, evento que coincidió con su 69 aniversario. Aunque la voz ya se había hecho rugosa y frágil, la crítica y sus seguidores se habían regocijado con este trabajo, oscuro e incluso intrigante. De hecho, en el tema que da nombre a este disco, Bowie se presentaba como una “estrella negra”, a la vez astro y agujero, cuyo mensaje llegaba a través de una voz adolorida e incluso agonizante.
Bowie, la vida de un genio
David Robert Jones nació en el 8 de enero de 1947 en el seno de una familia humilde de Brixton, un barrio popular del sur londinense. Una pelea en su adolescencia dejó la pupila de su ojo izquierdo permanentemente dilatada, confiriéndole la extraña mirada que, con el paso del tiempo, se convirtió en una de sus señas de identidad. Fue en ese momento cuando dejó los estudios y comenzó su carrera musical.
En el cine, Bowie actuó en Feliz Navidad, Mr. Laurence de Nagisa Oshima, El ansia de Tony Scott o La última tentación de Cristo de Martin Scorsese.Su primer éxito llegaría en 1969 con Space Oddity, una balada mítica que narraba la historia de Major Tom, un astronauta que se pierde en el espacio. A partir de 1972 comenzó el vals de personajes: primero, Ziggy Stardust, la estrella andrógina que lanzó su periodo glam rock, y después, personajes de locura decadente, del nazi cínico al rebelde de aire turbado. Tras esas máscaras, David provocaba, multiplicaba las declaraciones contradictorias, especialmente sobre su orientación sexual, alimentaba crónicas mundanas, grababa discos sin igual, irritaba y fascinaba al mismo tiempo. La ambivalencia sexual es uno de los temas recurrentes de sus canciones, junto al miedo y la alienación, con un modo de vida autodestructivo como telón de fondo.
En 1975 hizo su primera incursión en el mercado estadounidense con Fame, un tema coescrito con John Lennon, que llegó al número uno de las listas de éxitos, así como el álbum Young Americans.
Su álbum Let’s dance en 1983, conquistó a un público más joven en las pistas de baile. El cantante se mudó a Estados Unidos con su mujer Angie, y un año después, a Berlín Occidental, con su hijo Zowie, dejando tras de sí una vida marcada por la cocaína.
Entre 1976 a 1979, durante su época berlinesa, produciría junto a Brian Eno una trilogía (Low, Heroes y Lodger) que allanó el camino a nuevas corrientes musicales como el postpunk y el cold wave.
En 1992 se casó con la modelo somalí Iman, con quien tuvo una hija, Alexandria. Después Bowie retomó su carrera en solitario y en 1999 desveló su álbum Hours en Internet, autorizando la descarga previo pago.
Hasta principios de los años 2000, encadenó discos y giras, pero un accidente cardiovascular en junio de 2004 en el escenario de un festival alemán terminó ese periodo. Obligado a un largo reposo forzado, sus apariciones pasaron a ser raras, con apenas alguna actuación estelar junto a The Arcade Fire, Alicia Keys o el exguitarrista de Pink Floyd, David Gilmour. Cuando crecían los rumores alarmantes sobre su estado de salud, en 2013 sorprendió con un álbum lleno de vida, The Next Day. “Aquí estoy, no precisamente muriéndome”, lanzó, rabioso, aludiendo a la letra de la canción que daba nombre al disco.
Bowie en Chile
El 27 de septiembre de 1990 el Estadio Nacional recibió a Bryan Adams, Eric Clapton, Mick Taylor y a David Bowie: se trataba del Festival Rock in Chile.
Entonces, frente a 15 mil personas, el músico recorrió 21 canciones, entre las que destacaron la inédita Pretty Pink Rose.
La segunda vez que visitó Chile, fue el 5 de noviembre de 1997. En tal oportunidad, el inglés presentó su disco Earthling.