Al término de la segunda semana de 2016 los medios de comunicación difundieron profusamente las proyecciones de los resultados de Codelco (*), resultados que se han degradado considerablemente en los últimos años y que en el ejercicio 2016 se proyecta que no le aportarían nada al Fisco.
El Presidente Ejecutivo de Codelco, Sr. Nelson Pizarro, prometió reducir los costos de producción para obtener resultados positivos. Para tranquilizar a los dirigentes sindicales aseguró que, por ahora, Codelco no despedirá trabajadores. Sin embargo los despidos ya comenzaron en el año 2015, y probablemente seguirán produciéndose con el pretexto de reducir significativamente los costos y generar excedentes.
Pero si los resultados de Codelco han caído en picada no se debe a un aumento de los costos de producción. Los excedentes disminuyeron en forma considerable, bajando de US$ 9.215 millones en el año 2006, a sólo US$ 3.033 millones en el ejercicio 2014, una caída de US$ 6.182 millones que no se explica, como ya dijimos, por los costes de producción. Veamos.
Las utilidades de una empresa, los excedentes en el caso de Codelco, pueden disminuir por dos razones principales: 1) aumento de los costos de producción, 2) disminución de los ingresos generados por las ventas de cobre y otros productos.
Según los Balances de Codelco, los costos de explotación pasaron de US$ 7.592 millones en el año 2006, a US$ 10.111 millones en el ejercicio 2014. O sea un incremento de US$ 2.519 millones que no justifica una reducción de US$ 6.182 millones en los excedentes.
La diferencia de US$ 3.663 millones podría explicarse por una sensible caída de los ingresos generados por las ventas. Veamos si eso corresponde con la realidad.
En el Balance del ejercicio 2006 Codelco declaró una producción de 1.676.000 toneladas de cobre, e ingresos por un total de US$ 17.077 millones. De este monto, US$ 12.001 millones corresponden a ventas de cobre propio y US$ 1.958 millones a la venta de cobre de terceros, totalizando US$ 13.959 millones en ventas de cobre.
En el Balance del ejercicio 2014, Codelco declaró una producción de 1.672.000 toneladas de cobre, muy similar a la de 2006, pero el total de ingresos bajó a sólo US$ 13.827 millones, de los cuales US$ 10.729 corresponden a ventas de cobre propio y US$ 1.859 millones a ventas de cobre de terceros.
¿Qué explica la diferencia de ingresos entre los ejercicios 2014 y 2006? ¿Acaso el precio del cobre fue inferior en el año 2014? Muy por el contrario. Según los mismos Balances de Codelco el precio de la libra de cobre fue de US$ 3,11 en el 2014, mientras que en el año 2006 el precio fue de sólo US$ 3,05 la libra.
En otras palabras, tomando en cuenta sólo los ingresos por venta de cobre, faltan US$ 1.371 millones en el año 2014. Si Codelco no los percibió… ¿adónde fueron a parar?
No es todo. Los ingresos generados por otros productos (oro, plata, ácido sulfúrico y barros anódicos principalmente) fueron de US$ 1.461 millones en el ejercicio 2006, mientras que en el año 2006 se redujeron a sólo US$ 569 millones.
¿Qué explica ese bajón? ¿Acaso disminuyó la producción y/o el precio de esos productos? Por el contrario, la producción aumentó el 2014 con relación a 2006, y el precio de esos productos fue de casi el doble que en 2006.
En ingresos por venta de Otros Productos faltan otros US$ 1.500 millones, que fueron a un lado. La cuestión es donde.
Esto nos deja a lo menos dos enseñanzas.
Primero, la caída de los excedentes no se debe al aumento de los costos, sino a una inexplicable disminución de los ingresos por venta. Sostener que para recuperar los excedentes hay que disminuir los costos de producción es sólo un pretexto engañoso para continuar con el despido de trabajadores y profesionales de la Corporación.
Segundo, se confirma lo que venimos denunciando desde hace varios años: ¡Están robando en Codelco! Si las ventas cayeron estrepitosamente con relación al año 2006, mientras la producción es mayor, y el precio del cobre y el de los subproductos son superiores en el año 2014, quiere decir que gran parte del cobre, el oro, la plata, etc., están siendo cedidos a ciertos clientes a precios muy inferiores a los del mercado. ¿Tal vez a pérdida?
Esos clientes se quedan con una ganancia tan extraordinaria como injustificada, mientras Codelco ve desaparecer inexplicablemente sus excedentes.
Ahora bien, vender a menor precio no sólo no está permitido por la Ley de la Renta, sino que constituye fraude al Fisco y es un delito castigado por el art. 239 del Código Penal, delito que el Ministerio Público se ha negado a investigar hasta ahora.
Por otra parte, la inexplicable caída de los ingresos de Codelco, teniendo en consideración producción y precios, no se produjo sólo en los años 2014 y 2015. También se produjo en el ejercicio 2008, y ha sido sistemática desde el año 2010 en adelante, cuando las transnacionales mineras se apoderaron de la administración de Codelco.
Primero con Diego Hernández como Presidente Ejecutivo, luego con Thomas Keller y ahora con Nelson Pizarro.
Desde el año 2010, la caída de los ingresos y la consiguiente disminución de los excedentes ha sido una política deliberada de estos altos ejecutivos de Codelco, con el claro objetivo de provocar su privatización, destruyendo financiera y económicamente a la empresa desde adentro.
Para privatizar Codelco se requiere una reforma constitucional. Como –por muchos lobistas que paguen– es muy difícil que las transnacionales mineras y sus acólitos consigan el quórum necesario en el Parlamento, han buscado otro camino: apoderarse de la administración de Codelco.
Ya lo lograron, y desde el interior de la empresa la están destruyendo financiera y económicamente, para que la opinión pública, es decir sus medios de comunicación, acepten resignados la privatización de Codelco.
¿Y con qué dinero van a pagar la privatización? Fácil, con los mismos recursos que Codelco les está transfiriendo, vendiendo a menor precio su producción, desde el año 2010 en adelante.
Al parecer Óscar Landerretche, Presidente del Directorio de Codelco, está de acuerdo con este plan privatizador, porque no es posible pensar que siendo economista no sepa multiplicar producción por precio.
(*): Excedentes, es la suma de los impuestos, incluido el 10% a las Fuerzas Armadas, y las utilidades de la empresa.