En la última semana legislativa correspondiente al periodo 2015, el Gobierno decidió aplazar la discusión de Reforma Laboral. La opción se tomó luego de las diferencias planteadas en el Senado, situación que pronosticaba el arribo de una comisión mixta y el posible rechazo de los diputados, quienes habían advertido que se opondrían a los cambios ingresados por la Cámara Alta, por considerarlos perjudiciales para los trabajadores.
El proyecto ingresado el 29 de diciembre de 2014, ha sufrido más de 800 modificaciones por parte de los parlamentarios y del mismo Ejecutivo. Situación que motivó a distintos sectores sociales y políticos a emplazar a La Moneda para tomar resoluciones en la materia.
El Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció que no alcanzaron a cumplir con el plazo autoimpuesto. Sin embargo, dijo que es posible que se llegue a un acuerdo que no excluye a la oposición. Reuniones que se mantendrán durante toda esta semana.
Así, a la salida del último comité político antes del receso de febrero, los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría opinaron sobre la decisión. Por ejemplo, desde la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, confirmó del posible acuerdo al interior del Senado, posibilitando su despacho durante los primeros días de marzo. Sin embargo, reconoció que existen condiciones mínimas para que esto ocurra: “Si el Gobierno no está dispuesto en reponer algunos temas como la indicación de la adecuación necesaria, es difícil que lo podamos despachar”.
Guillermo Teillier, en cambio, mantuvo sus diferencias con la falange. El diputado reconoció que hubiese preferido una aprobación urgente de la Reforma Laboral: “El Gobierno optó por llegar al entendimiento, pero no es una buena señal, tampoco catastrófica, pero habíamos hecho un compromiso. Esto traerá consecuencias en el mundo del trabajo. Yo espero que se pueda subsanar y votar en marzo”.
Desde el Partido Comunista, su presidente no descartó que se sumen a las movilizaciones convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores, quienes esperan demostrar en las calles el rechazo a la normativa que, a su juicio, no avanza en materia de derechos sindicales.
Por ello, desde la CUT confirmaron que paralizarán este 22 de marzo, mostrando su desacuerdo con el proyecto presentado por el Gobierno. En esa línea, Nolberto Díaz, vicepresidente de la multigremial, declaró que como trabajadores no creen que la postergación entregue beneficios a los trabajadores: “No creo en las buenas voluntades de nadie a estas alturas. Las diferencias y el titubeo de la Nueva Mayoría nos tiene hace 25 años esperando cambios y devolución de derechos que prometieron en 1989”, asimismo criticó que dilatar dicho proyecto no es en base a una negociación colectiva, ya que según el vicepresidente, existe una dilación porque un par de senadores “chanteajaron” al Gobierno para no permitir que se avance en derecho laboral.
“No queremos más dilaciones. Ya está bueno que cumplan con la palabra empeñada y dejen de culpar a la dictadura de algo que han sido incapaz de devolver a los chilenos”, agregó en conversación con Política en Vivo.
En esa misma línea, Gonzalo Durán, economista de Fundación Sol, indicó que el aplazamiento solo servirá para moderar el proyecto que “nunca ha sido a favor de los trabajadores, porque no cambia en lo sustantivo la relación autoritaria que existe”.
Por ello, consideró que “esta situación se veía venir en la discusión de los últimos días, donde al interior de la Nueva Mayoría se ha develado las distintas posiciones políticas que hay, entonces era de esperar que el proyecto se aplazara para marzo”. No obstante, aseguró que la noticia no va a dejar satisfechos a los trabajadores, y lo único que logra el Ejecutivo es debilitar aún más la reforma.
Nicolás Eyzaguirre y las críticas a la agenda legislativa-
No solo Reforma Laboral ha sido postergada para marzo. Misma suerte corrieron la agenda corta antidelincuencia y carrera docente, que producto de los desacuerdos entre los parlamentarios de Gobierno tuvieron que ser aplazadas para generar los consensos.
Por eso, se sindica a Nicolás Eyzaguirre como uno de los principales responsables en la falta de acuerdo al interior de la Nueva Mayoría. El ministro, en su rol de articulador entre el Gobierno y los partidos políticos que lo apoyan, ha sido criticado por su falta de diálogo e intransigencia.
Según explicó Javiera Arce, investigadora de Chile 21 al diario La Segunda, existen buenas intenciones, pero también un choque entre Eyzaguirre y los partidos: “El problema es que no ha habido una reflexión por parte de los parlamentarios en torno al programa de gobierno. Ahí se producen estos roces”.
El cientista político Miguel Ángel Fernández asegura que al Ministro le “ha costado desenvolverse entre los dos bandos del oficialismo”, los que buscan reformas más profundas y quienes creen en la economía de mercado y en los cambios paulatinos: “Eso marca la gestión de Eyzaguirre, por eso se le ha hecho difícil teniendo mayoría”.