Entre 1990 y 2000 el entonces Presidente de Perú, Alberto Fujimori, impulsó el Programa de Planificación Familiar que tenía por objetivo reducir la tasa de natalidad del país. El plan consistía en la intervención de hombres y mujeres, sin embargo, con los años, la política del ex mandatario se tradujo en una historia de horror para cientos de peruanas. Esto, ya que finalmente el programa se tradujo en la esterilización forzada de más de 300 mil mujeres indígenas.
Para su ejecución se utilizaron chantajes y amenazas a las familias, pagos de incentivos económicos a los maridos de las víctimas e incluso, se promovieron campañas destinadas a promover la ligadura de trompas.
Su aplicación en Perú fue brutal. Hoy se conoce el testimonio de cientos de mujeres que fueron esterilizadas en sus propias casas o en los hospitales, antes de dar a luz.
El caso fue archivado innumerables veces, pese a ello, en 2015 la investigación cobró un giro luego de que el Presidente Ollana Humala iniciara un registro nacional de víctimas para su recuperación y justicia. A partir de ello surgió Proyecto Quipu.
El documental
Proyecto Quipu es un documental interactivo que fue elaborado a partir de 2011 por la productora Chaka Studio. Sus miembros son Rosemarie Lerner, co directora peruana; Maria Court, co directora chilena; Sebastián Melo, productor ejecutivo; y Ewan Cass-Kavanagh, desarrollador creativo.
Para su ejecución, las cineastas elaboraron una línea telefónica donde cada víctima pudo llamar, para contar su caso. El documental reúne así, los audios de los testimonios que contaron las mujeres.
“La idea de hacer un proyecto participativo donde las personas pudieran contar en primera persona sus historias y así, crear como un archivo de memoria colectiva. Esto fue lo que nos hizo empujar los límites del documental y pensar en algo que fuera más interactivo con los mismos protagonistas de la historia”, comentó María Ignacia Court.
Así, mediante un trabajo en conjunto con las comunidades, las cineastas pudieron reunir más de 100 testimonios.
De acuerdo a ello, María Ignacia Court comentó que el ejercicio de llamar y re escuchar los testimonios sirvió para que las mujeres ejercitaran cómo relatar su caso en futuras instancias judiciales. “Fue muy importante ver cómo este grupo de mujeres compartía sus historias y luego, iba aprendiendo cómo narrar lo que les había pasado”, agregó la realizadora.
El documental, que está alojado en una plataforma Web, está organizado como un Quipu, sistema de contabilidad Inca que en base a hilos y nudos es utilizado para mantener registros e historias. “Lo que pasó finalmente es que pensamos que el Quipu era una metáfora muy bonita de lo que nosotros queríamos hacer, o sea, un trabajo colectivo y participativo con las comunidades”, indicó la directora.
Durante este 2016 Proyecto Quipu recogerá sus últimos testimonios. De esta manera el documental pretende transformarse en un archivo de memoria: “El proyecto va a estar online durante veinte años y luego pasará a ser este documental Web que ya se queda con la interactividad que tuvo durante todo este tiempo”, dijo la documentalista.
“Esta historia tiene dos caras. Una que fue la brutalidad de esta esterilización forzada de personas indígenas y en situación de pobreza, pero el fortalecimiento de estas mujeres que llevan ya, casi 20 años luchando por justicia. Nosotros siempre decimos, con el Proyecto Quipu no le estamos dando voz a nadie, ellas tienen voces muy poderosas y ahora con este proyecto nosotros solamente les estamos dando una herramienta para amplificar más su mensaje”, concluyó.
