El Jurado Electoral Especial (JEE) juzgó este jueves a favor de Keiko Fujimori, quien encabeza la carrera presidencial en Perú, con más del 30 por ciento de las intenciones de votos desde hace meses, según los sondeos de Ipsos Perú. Keiko Fujimori ha sido investigada por el JNE por la misma razón que César Acuña.
La institución investigó cinco denuncias que apuntan a un concurso de baile realizado en febrero, donde Fujimori dio un discurso y los ganadores recibieron premios de 300 soles peruanos (un poco más de 60 mil pesos chilenos). El evento era organizado por una facción de jóvenes fujimoristas.
La decisión del JNE llega en el marco de acusaciones de parcialidad en favor de Fujimori, después de la exclusión de dos otros candidatos y, en particular, de Julio Guzmán. Varios analistas argumentan que esta decisión desacredita a la institución. En el centro de Lima, la población se juntó para protestar, reportó La República, el principal diario peruano.
Keiko Fujimori, de 40 años, es apoyada por el partido de su padre, el expresidente peruano Alberto Fujimori, encarcelado por corrupción, malversación, fraude electoral y violación de Derechos Humanos. Algunos creen que el exmandatario maneja a su hija desde la sombra, aunque ella ha tratado de renovar la marca del fujimorismo, argumentando que sabe “mirar la historia y no voy a permitir que esta se repita”.
Hasta inicios de marzo, su principal rival era Julio Guzmán, un hombre cuya popularidad aumentó radicalmente entre enero y febrero, pasando de un cinco por ciento de intenciones de votos hasta el 20 por ciento. El 9 de marzo, sin embargo, el Jurado Nacional de Elecciones decidió que Guzmán no había cumplido con los 15 días necesarios para registrar su candidatura con su partido, cumpliendo solo 14 días.
Esta irregularidad, que analistas han considerado “menor”, ha cambiado la dinámica de las elecciones y ha creado una polémica sobre el estado de la democracia peruana.
En una columna, el periodista de investigación peruano Gustavo Gorriti resumió la situación así: “Confiscar la preferencia de voto del 15 ó 20 por ciento de los votantes es nada menos que un fraude adelantado, mediante el expediente de intentar que nimios detalles administrativos abatan el más importante principio de la democracia: el derecho a elegir”.
Steven Levitsky , un profesor de Harvard que escribe una columna de opinión en el diario La República, describió la polémica como un “golpe a la democracia peruana”.
“Sacar a Guzmán por infracciones administrativas generaría un precedente nefasto para la democracia. La barrera para la exclusión de candidatos -que debería ser muy alta- bajaría. En vez de ser algo excepcional, reservado para golpistas y genocidas, excluir a candidatos se convertiría en algo normal y hasta común (‘Si sacaron a Guzmán…’). En un país con instituciones débiles y politizadas como el Perú, normalizar la práctica de tumbar candidaturas desde el Estado es muy peligroso para la democracia. Podría matarla”, argumentó en su columna del 21 de febrero, dos semanas antes que expulsaran a Guzmán.
En otra columna, titulada “Cómo minar a las instituciones (y sentirse institucionalista)”, de hace una semana, Levitsky añadió: “El caso Guzmán nos muestra algo importante: una ciega aplicación de las reglas no fortalece la institucionalidad. Y muchas veces, la mina. La frase ‘la ley es la ley’-utilizada por muchas dictaduras- es una falacia. Aun en las democracias más institucionalizadas, la aplicación de las reglas varía, dependiendo de la regla y del contexto. En algunos casos, una estricta aplicación de las reglas es contraproducente y hasta peligrosa”.
En las semanas previas a la decisión, Guzmán parecía la única persona capaz de derrotar a Keiko Fujimori. Según un estudio de opinión pública nacional de GfK, el candidato le gustaba al 63% de los votantes, porque era una cara nueva en el panorama político peruano. Otro candidato, Cesar Acuña, también fue excluido de la carrera por haber distribuido dinero durante sus mítines. “A nosotros nos juzgan con distintas varas, la ley aplica para unos y no para otros”, lamentó Guzmán antes de la decisión.
Ahora quedan cinco candidatos principales en la campaña para ser presidente de Perú: Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski (apodado “PPK”), Alfredo Barnechea, Véronika Mendoza, y Alan García. Keiko Fujimori está más de 20 puntos delante de los otros oponentes.