A las 11.30 horas de este lunes comenzará en el Salón de Honor en la sede del Congreso Nacional en Santiago, el homenaje que se rendirá al poeta Pablo Neruda, previo a su traslado a su tumba en la localidad costera de Isla Negra.
Recordemos que los restos del galardonado poeta fueron exhumados el 8 de abril de 2013 para realizar peritajes a cargo de un equipo internacional de peritos, donde se encontró la presencia de un estafilococo dorado que podría ser el que provocó su deceso el 23 de septiembre de 1973.
Para el periodista y autor de “Neruda, el príncipe de los poetas”, Mario Amorós, es necesario conocer los alcances y detalles de lo ocurrido durante los últimos días del escritor de “Canto General” en la Clínica Santa María de Santiago.
“Se ha avanzado muy poco en averiguar cómo fueron las últimas horas del poeta, qué médicos pudieron estar con él después de que el doctor Sergio Draper lo atendiera la tarde del domingo 23 de septiembre del año ’73. Se ha hablado de un misterioso doctor de apellido Price que no está en los registros del Colegio Médico, la PDI hizo un retrato robot. Y por ahí se ha avanzado muy poco”, sostuvo el investigador.
Además, apuntó a otros hechos, como “la misteriosa inyección de la que habló el diario El Mercurio al día siguiente de la muerte de Neruda en sus páginas. Realmente va a ser determinante el informe que va a recibir el ministro Mario Carroza. Yo conversé con el ministro en Santiago y me dijo que todo está supeditado a ese informe que debe llegarle pronto a sus manos donde los científicos se pronunciarán sobre el origen de esta bacteria de estafilococo dorado que se halló hace un año en los restos del poeta en un laboratorio en España”.
En conversación desde España con Radio Universidad de Chile, Amorós destacó además una serie de hechos que finalmente son contradictorios y que levantan más dudas que certezas en la muerte de quien también fuera diplomático y parlamentario por el Partido Comunista.
“Hay una gran confusión en los testimonios de Manuel Araya –chofer de Neruda-. También hay contradicciones en lo que escribió Matilde Urrutia, en los testigos de la época. Por ejemplo, el día previo a la muerte del poeta el sábado 22 por la mañana le visitó el embajador de México en la clínica. Por la tarde le visitó el embajador de Suecia con un diplomático sueco. He entrevistado al embajador de México y al diplomático sueco que acompañó al embajador de Suecia y los testimonios son absolutamente diferentes. El embajador de México dice que el poeta se encontraba bastante bien y el diplomático sueco que el poeta estaba al borde de la muerte”.
México puso a disposición de Neruda un avión que estaba en el aeropuerto de Santiago para que marchara al exilio donde se esperaba que se convirtiera en la principal voz de la oposición internacional a la naciente dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet.
Ahora resta por conocer los resultados de la indagación de los peritos internacionales que serán entregados en los próximos días al ministro en visita de la causa, Mario Carroza, quien deberá informar si hubo o no participación de terceros en la muerte de Pablo Neruda.