Este jueves se estrena en salas de La Serena, Santiago, Valparaíso y Viña del Mar la película Vida sexual de las plantas, segundo largometraje del director Sebastián Brahm.

La película cuenta la historia de una pareja cuya relación se tuerce cuando Guille, el personaje que interpreta el actor Mario Horton, sufre un grave accidente que le deja secuelas y cambia su vínculo con Bárbara, encarnada por Francisca Lewin. En ese momento, además, aparece un tercer personaje, interpretado por el también director de cine Cristián Jiménez, y la mujer se debate entre una relación que le ofrece estabilidad, pero no la apasiona, y su antiguo amor.

La historia parece convencional, pero su origen no es tal. Al menos así lo explicó Sebastián Brahm, quien contó en entrevista con Radio Universidad de Chile que la película nació a partir de diversas lecturas relacionadas con la ciencia, un tema que ya había tocado en su primera película, El circuito de Román.

“Leo mucho de biología y de sicología, en una vertiente más gringa o experimental, y me empecé a interesar en la biología, la evolución y cómo la selección sexual es parte de la evolución. Leyendo libros sobre comportamiento animal, terminé encontrando cosas de seres humanos que me parecieron interesantes, en particular, la relación de hombres y mujeres con el deseo; cómo hay cosas en que difieren un poco y terminan en estereotipos de comportamiento, ocupando un nicho dentro de la estructuración de la vida y cómo eso influye en quién se reproduce. Al final, la película se trata de eso”, dijo en el programa Radiópolis.

Vida sexual de las plantas se estrenó el año pasado en el Festival de Cine de San Sebastián y en Chile ya se había exhibido en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.

Una de sus particularidades es la forma en que fue rodada: según señaló Sebastián Brahm, uno de sus objetivos era hacer una cinta en la que hubiera “una confluencia entre los actores y los personajes”. Para eso, la historia fue registrada cronológicamente, permitiendo que el paso del tiempo tuviera un correlato en la película.

“De ahí nació el proyecto, en lo estético. Filmamos cronológicamente, lo que es bastante poco práctico, pero tiene un resultado en la actuación, porque los actores nunca están imaginando cosas que van a tener que decir, como ‘en esta escena vengo saliendo de acá’, con un continuista que les dice cuál es su estado emocional. Lo que habían hecho, siempre lo habían hecho antes, entonces alargamos el rodaje durante todo el año y pudimos ir trabajando siempre con eso. Por eso, a veces no estamos preocupados de hacer algo muy espectacular visualmente, sino de tener la cámara, tener la reacción creíble de los actores y que sea con verdad”, argumentó.

Coordenadas

Vida sexual de las plantas se exhibirá a partir de este jueves en el Teatro Centenario de La Serena, el Cine Condell de Valparaíso y el Cinemark Espacio Urbano de Viña del Mar. En Santiago, estará en los Hoyts de La Reina y Parque Arauco, Cineplanet de Costanera Center y La Florida, la sala Radicales, el Centro Arte Alameda y la Cineteca Nacional.