Distintas organizaciones sociales chilenas llegarán este martes a la embajada de Honduras para pedir justicia para Berta Cáceres, líder indígena defensora de los Derechos Humanos y el medioambiente, quien fue asesinada hace dos meses en su país.
La co-fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), murió el pasado 3 de marzo en su domicilio de la localidad de La Esperanza, en el oeste de Honduras. Esto después de sostener una activa campaña contra la construcción de la represa de Agua Zarca en la comunidad de Río Blanco.
Las organizaciones se movilizaron para evitar que este tipo de casos sigan ocurriendo, ante una reiteración preocupante, tal como sostuvo Beatriz Matos de Amnistía Internacional, coordinadora de la actividad.
“El hostigamiento permanente y la persecución es algo desgraciadamente muy común en América Latina, sobre todo a los defensores de los Derechos Humanos y el medioambiente. Del 2014 ya han sido asesinadas 12 personas, entonces desgraciadamente es algo común, no es un caso aislado, sino que viene siendo habitual”, sostuvo.
Para las distintas organizaciones el gobierno de Honduras “no ha hecho lo suficiente por encontrar a los responsables de la muerte de la dirigenta, ni ha seguido las líneas de investigación más básicas para conseguirlo”, y añadieron que no ha sido citada a declarar ninguna de las personas que la misma Berta Cáceres denunció por las constantes amenazas y acoso que había recibido.
En ese sentido el Director Ejecutivo de Acción, Miguel Santibáñez, afirmó que “esto es un esfuerzo para decirle a Honduras que hay solidaridad internacional y que otros países lo están observando”.
“Ha existido un movimiento internacional bastante importante que se ha expresado en distintos lugares: en Naciones Unidas, la Unión Europea, los distintos gobiernos, en el propio gobierno de Honduras. Recién hoy hemos recibido la noticia de que hay cuatro detenidos sospechosos de haber perpetrado el asesinato”, afirmó.
Santibáñez añadió que la inacción está transmitiendo el peligroso mensaje de que cualquiera puede matar impunemente a quienes se enfrenten a los más poderosos de la sociedad. Por esta razón, las organizaciones se apostarán en la Embajada de Honduras este tres de mayo, para exigir al país caribeño que tome las medidas necesarias y proteja a quienes defienden los Derechos Humanos.