Dilma Rousseff llama a sus adherentes a movilizarse contra juicio político

“Esto no es un 'impeachment', es un Golpe”, afirmó la ahora suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff luego que el Senado aprobará la realización de un juicio político en su contra. Analistas consideran que es muy probable que dicha instancia confirme su destitución.

“Esto no es un 'impeachment', es un Golpe”, afirmó la ahora suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff luego que el Senado aprobará la realización de un juicio político en su contra. Analistas consideran que es muy probable que dicha instancia confirme su destitución.

“Cuando a una presidenta se le acusa de algo que no cometió eso no es “Impeachment”, es Golpe”, esas fueron parte de las primeras palabras que la ahora suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff pronunció luego que se conociera la votación del Senado que aprobó la realización de un juicio político en su contra.

Dilma Rousseff pronunció un discurso en el Palacio de Planalto donde criticó la decisión del parlamento brasilero y que la suspende de ejercer sus funciones por un periodo de 180 días.

La suspendida mandataria señaló que “luché mi vida entera por la democracia”, y agregó que “el destino siempre me impuso múltiples desafíos y conseguí vencerlos. Sufrí el dolor de la tortura y ahora sufro más de una vez. Lo que más duele en este momento es la injusticia”.

La líder del Partido de los Trabajadores se refirió además a los alcanzas que tiene este juicio político para el futuro de Brasil, “lo que está en juego no es apenas mi mandato, lo que está en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana del pueblo brasileño y la Constitución”.

La presidenta Dilma Rousseff llamó este jueves a los brasileños a movilizarse contra lo que consideró un golpe en su contra. “La población sabrá decir no al golpe (….) A los brasileños que se oponen al golpe, sean del partido que sean, les hago un llamado, manténganse movilizados, unidos y en paz”, sostuvo.

“La lucha por la democracia no tiene fecha para terminar. Es una lucha permanente que nos exige dedicación constante”, afirmó.

Respecto de lo que se viene en el futuro para este proceso, Dilma Rousseff deberá permanecer alejada de la presidencia por un periodo de 180 días, tiempo que demorará el juicio político en su contra. Durante ese periodo asumirá el mandato de forma interina el vicepresidente Michel Temer.

Para el profesor del departamento de sociología de la Universidad Alberto Hurtado, Alexis Cortés, este hecho presenta una paradoja dentro de la política brasileña, “se aleja una presidenta que no ha cometido crímenes y que no está bajo sospecha de haberlos realizado y por el otro lado tenemos a una persona condenada por el Tribunal Electoral, inhabilitada para presentarse a las próximas elecciones y que estará encargada de conducir el país durante los próximos meses”.

Si luego del juicio Rousseff es hallada culpable por dos tercios de la Cámara Alta, dejará definitivamente de ser presidenta y Temer completa el mandato hasta 2018.

Respecto de la acusación a Rousseff se le imputa haber alterado cuentas públicas para maquillar el déficit presupuestario.

La denuncia alude en particular a lo que en Brasil se denominan “pedaladas fiscales”, que implican el uso de fondos de bancos públicos para cubrir programas de responsabilidad del gobierno.

El argumento es que esa práctica está prohibida por una ley de Responsabilidad Fiscal, pero el gobierno lo hizo de todos modos para exhibir mayor equilibrio entre ingresos y gastos.

Rousseff, que nunca ha sido acusada de enriquecimiento ilícito, niega haber cometido el crimen de responsabilidad que le atribuye la oposición o delito alguno que vuelva legal el juicio político.

Para Alexis Cortés la defensa de Dilma tiene fundamento dado que se le acusa de una práctica arraigada dentro de la clase dirigente de Brasil, “es una práctica que si bien requiere un juicio crítico ha sido realizada por todas las autoridades públicas en el país”, recalcó.

Finalmente, mediante decretos que fueron publicados por el Diario Oficial de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff exoneró a sus ministros de sus cargos, previo a conocer el resultado de la votación del Senado que finalmente aprobó el juicio político en su contra.

La exoneración, que sería una de las últimas decisiones que habría tomado Rousseff antes de su destitución temporal, alcanzó también a altos funcionarios de gobierno, que no continuarán en sus cargos durante la presidencia interina de Michel Temer.

En tanto, en la lista no aparece el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, que tiene categoría de ministro y que se mantendría en el cargo durante la presidencia interina por un período de transición.

Michel Temer ya asumió oficialmente como presidente interino y presentó al que será su gabinete de gobierno.





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