Este lunes, la Presidenta Michelle Bachelet hizo entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos 2016 al sacerdote jesuita José Aldunate, en una ceremonia realizada en el Museo de Bellas Artes.
La jefa de Estado sostuvo que este galardón expresa que el sacerdote jesuita es “un ser humano íntegro, que ha elegido compartir la suerte y destino de sus hermanos y hermanas en unos tiempos que, por momentos, parecen igualmente sombríos que en esos oscuros años del siglo XX en que se dio su formación ética y sacerdotal”.
“Es natural y conmovedor evocar su figura digna y serena, enfrentando la represión, el agua del guanaco, los gases lacrimógenos, para defender el derecho a la vida y la integridad de sus conciudadanos detenidos en cárceles secretas, sometidos sistemáticamente a tratos inhumanos, apremiados física y psicológicamente”, agregó la Mandataria en su discurso de reconocimiento a la labor del sacerdote de 99 años.
José Aldunate fue activo colaborador de la Acción Sindical Chilena, junto al padre Alberto Hurtado, y en dictadura fue parte del Equipo de Misión Obrera (EMO), así como del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo y de la Vicaría de la Solidaridad, prestando apoyo a las víctimas de violaciones a los derechos humanos, así como a sus familiares.
Pepe Aldunate ya había sido acreedor del Premio Nobel Alternativo de la Paz en 1988, precisamente por su trabajo durante la Dictadura, y ahora recibe este galardón que cada dos años entrega el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Finalmente, la Presidenta Michelle Bachelet destacó “su compromiso con los derechos inalienables de todos y todas está hecho de acciones cotidianas, de testimonio vivo, de persistente iluminación de nuestra realidad. Hoy, el padre Aldunate sigue presente, actuando, escribiendo. Ninguno de los asuntos que ocupan y preocupan a nuestra sociedad le resulta ajeno, ya se trate del Acuerdo de Unión Civil, la relación entre los negocios y el bien común, o el cuidado del medio ambiente”.
La ceremonia de entrega del premio estuvo marcada por la manifestación pacífica de representantes de los ex presos políticos que se encuentran en huelga de hambre por la reparación integral a sus demandas, entre otras de pensiones dignas, por parte del Estado.