La influencia de la minería en el Producto Interno Bruto del país ha caído de manera abrupta.
Según los últimos datos del Banco Central, el año 2010, durante el auge del cobre, representaba cerca del 16 por ciento del total, mientras que en 2015 esa cifra sólo ascendió a un 9 por ciento.
Para el economista Julián Alcayaga este monto se debe principalmente a la baja sostenible en el precio del metal rojo que repercutirá en las arcas fiscales y por ende en las modestas cifras de crecimiento económico.
“Pero lo que más repercute son en los ingresos del Estado, puesto que las empresas no pagan impuestos porque declaran pérdidas, casi en su totalidad, por años, incluso Codelco este período va a hace lo mismo. Entonces evidentemente eso para el fisco es grave”, argumentó.
Coincidente es la opinión de Gustavo Lagos, académico del Centro de Minería de la Universidad Católica, quien atribuye el bajo precio del Ccbre a la caída en el aporte de la explotación al Producto Interno Bruto del país.
Sin embargo, para el economista esta tendencia a la baja debería revertirse en un próximo período, ya que a su juicio la falta de oferta será fundamental para que el metal alcance muy buenos precios, como lo fue en el principio de esta década.
“Yo soy un optimista, creo que cuando suba el precio va a retomar la inversión y la minería tiene mucho que decir aún, ya que tenemos más de un tercio de las reservas mundiales. Al menos el 50 por ciento de los futuros proyectos mineros son muy rentables, más rentables que el promedio del mundo. Eso es muy bueno. Estamos mirando a China, pero el motivo por el cual se va a elevar el precio es por falta de oferta y no por aumento de la demanda.”, precisó.
En tanto para la integrante de la comisión de minería de la cámara baja, diputada Daniella Cicardini, el bajo aporte del sector minero en el Producto Interno Bruto, abre la posibilidad de discutir otras propuestas de ingresos para el país.
La parlamentaria indicó que además de una modificación del impuesto al royalty minero, se debe descentralizar los impuestos que pagan las compañías siendo beneficiadas las regiones donde se explota este recurso no renovable.
“Ojalá no sólo nos quedemos en la explotación y este es el momento de cuestionar el modelo, para que se incluya el valor agregado. También pasa por una discusión que se está dando en materia de descentralización. Las regiones que son mineras tanto aporte que han hecho para el desarrollo económico del país y bien poco han tenido de retribución”, detalló.
Según datos del Banco Central, la caída en el peso del sector en el PIB nacional se explica fundamentalmente porque la minería entre 2010 y 2015 creció a una tasa promedio anual de 1,3 por ciento, mientras el país lo hizo a 3,9 por ciento, lo que implicó que otras actividades económicas crecieron más que este sector y por ello, la minería disminuyó su participación en el PIB total.