¿Es necesario legislar sobre un tema que puede ser resuelto por el Ministerio de Educación? Esa es la pregunta que expertos y organizaciones de padres han elevado, luego que el Congreso empezara a tramitar una ley que prohíbe el envío de tareas escolares para el hogar.
Tal es la molestia que incluso algunos parlamentarios han caricaturizado la propuesta, oponiéndose a dar el visto bueno a la normativa.
Para el senador socialista Carlos Montes, uno de los impulsores del proyecto, en el ordenamiento institucional chileno existe una deformación, donde el Parlamento discute asuntos institucionales, financieros y algunos aspectos de organización.
Sin embargo, defiende la normativa explicando que al constatar que el tema de las tareas escolares, en vez de disminuir se consolida aún más en la Ley General de Educación, el Congreso debe tener un espacio válido para debatir el problema.
“Lo que provoca es discutir sobre que es la educación hoy día, en el mundo actual, cómo se evalúa esa educación, si hay aprendizaje o no hay aprendizaje, qué sentido tiene en ese marco las tareas. Entonces es una discusión bastante más profunda y que tiene que ver con el desarrollo de los niños, que no es un problema de saturarlos con información. Es uno de los debates más ricos y hay mucha gente tratando de caricaturizarlo”, abogó.
Para el Investigador del Centro de Estudios Acción Educar Daniel Rodríguez el problema de las tareas escolares no puede ser llevado a la caricatura. Sin embargo, reconoció que crear una ley para prohibirlas, pasa a llevar la autonomía de los profesores y colegios.
“Efectivamente la sobrecarga de trabajo para un alumno y el mal uso que un establecimiento pueda hacer de la tarea como instrumento pedagógico, no es nimio. Nosotros hemos defendido que no se haga por ley, por un tema más bien práctico y para proteger la libertad y la autonomía de los establecimientos, Cada comunidad educativa, padres, profesores y directivos deben decidir como implementar las tareas como herramienta pedagógica dentro de su plan y, por eso abogamos que esto no se haga por ley”.
Contraria es la posición de Constanza Gamboa, psicóloga y vocera del movimiento “La tarea es sin tarea”. Además de valorar la reciente aprobación en el Senado de la idea general de legislar, indicó que sí es materia de normativa, ya que se están vulnerando derechos fundamentales de los niños con el excesivo envío de quehaceres, sumado a la Jornada Escolar Completa.
“Nosotros creemos que sí es para tanto. Las altas tasas alarmantes de salud mental infanto-juvenil es porque los niños están agobiados en gran parte por las tareas. Tiene que ver con entender en el paradigma en el que nos estamos parando frente a la niñez. Sí nos parece normal que un colegio pueda mandar exceso de tareas cuando el niño ya ha estado 8 horas en el establecimiento”.
Respecto a las razones de por qué las tareas escolares debieran normarse legalmente, para el doctor en educación de la Universidad de Santiago Jaime Retamal, “Chile es el país que tiene más tiempo a los niños dentro de la escuela y también se les da tarea. Es decir, están ocupando una cantidad enorme de tiempo trabajando en el colegio y, luego, siguen trabajando en la casa para la escuela”.
“Depende de los contextos si se legisla o no respecto a las tareas. En Bélgica hay muchas leyes, en Estados Unidos y Finlandia no hay leyes, y en otros países el comportamiento es distinto. No hay una norma internacional que diga si se deben o no hacer leyes sobre las tareas”, agregó.
El académico es partidario de que la materia sea revisada en el Congreso ya que ahí “es donde se escuchan las voces de los movimientos, de los padres, de los profesores, de los especialistas y también del Ministerio”.