De dulce y agraz se podría calificar la temporada 2016 para Miguel “Ogro” Veliz, el boxeador olímpico chileno más exitoso de los últimos años y referente de una selección que silenciosa pero rigurosamente trabaja bajo las órdenes del cubano Jesús Martínez para intentar devolver al pugilismo chileno a los Juegos Olímpicos.
Lo malo sin duda fue no poder conseguir el objetivo de clasificar a los Juegos de Rio 2016, pero, pese a no haber logrado esa meta, Veliz da vuelta la hoja rápidamente y comienza el nuevo ciclo olímpico de la mejor manera consiguiendo la medalla de oro en la Copa del Pacífico de Boxeo que se realizó en Ecuador.
¿Cómo calificarías tu temporada 2016?
La verdad es que fue un año difícil, complicado porque tuvimos las clasificatorias mundiales, por continente y no se pudo lograr el objetivo de clasificar a los Juegos de Río. Pero inmediatamente después de eso empezamos el nuevo ciclo rumbo a Tokio 2020 en Ecuador y conseguimos oro, así que empezamos con el pie derecho, hay que borrar el pasado y mentalizado 100% en el ciclo nuevo.
De todas formas hubo una intensa preparación que sirve como experiencia para el futuro.
Estuvimos preparándonos en Bogotá, en Paris, o sea la competencia, el nivel era lo máximo. Hay muchas posibilidades, creo que en cuatro años más vamos a llegar con todo y con unas opciones muy grandes de medallas.
¿Cómo ha sido el proceso dirigido por Jesús Martínez?
Bastante bien, yo estuve en un proceso antes que llegara el profe Jesús y desde que llegó ha sido un cambio rotundo en cuanto a preparación, cuando vamos a afuera tenemos un peso, ya saben que llegamos bien preparados, la cosa ha cambiado mucho.
¿Qué falta para que el boxeo olímpico chileno de él despegue?
Lo que más hace falta es cultura de alto rendimiento, la selección somos los únicos que entrenamos mañana y tarde, si hubiesen más chicos en la selección, más gente concentrada, más gente dedicada a esto, yo, por ejemplo, no tengo un compañero de sparring de mi peso, o que sea más alto que yo, tengo que ingeniármelas con mi compañero de menos peso y hacemos lo que podemos con los que somos actualmente que somos 6 en la adulta y 4 juveniles, entonces lo idea es que un equipo de selección olímpica sea de 20 boxeadores, falta gente que este dedicada 100% a esto, tener compañeros a destajo para ir variando, pero hacemos lo que podemos, cada vez que vamos al extranjero terminamos agotados porque aprovechamos al máximo el entrenamiento.
Jesús Martínez trata de compensar eso con una intensa preparación física.
Los días de descanso son el día domingo y tener vacaciones es difícil, nosotros entrenamos todo el año la parte física, la parte técnica, es bastante exigente, han llegado bastantes boxeadores pero tiran la toalla por lo mismo porque la exigencia del peso, de la alimentación no todos dan la talla, eso es lo que pasa, gente que se dedique a 100%. Hay unos chicos que tienen muchos condiciones pero ven que esto no tiene ninguna remuneración y muchos se van entonces es complicado ese tema. Yo partí sin ganar ningún peso, pero cuando empecé a sacar resultados comencé a ganar dinero.
¿Eso es responsabilidad del deportista o del Estado?
Ambas cosas van de la mano, pero acá en Chile es complicado hablar de ese tema, pongamos el ejemplo de Cuba, allá no tienen muchos recursos, pero ser deportistas es una motivación para ir afuera y desarrollarte, pero acá en Chile ser deportista es ser pobre, no ganar dinero, es preferible dedicarte a estudiar y tener una carrera profesional, entonces ser deportista es complicado.
¿Cómo fue congeniar tus estudios de ingeniería con el deporte?
Fue difícil porque estar entrenando mañana y tarde y además estudiar en la noche, estresado porque la universidad es un estrés con todos los ramos, la carga académica, yo una carrera de cuatro años la tuve que sacar en cinco porque no podía tomar todos los ramos, pero al final yo no quería estudiar más, quería terminar luego para dedicarme al deporte porque la carrera del deportista no es muy larga, es corta, uno invierte mucho su juventud, los mejores años de tu vida en esto.
La música, la ingeniería o el boxeo, ¿qué es lo que más te apasiona?
Todas las cosas me gustan pero mi pasión es el boxeo, me he dedicado toda la vida a esto. La ingeniería me gustaba y por eso la estudié y la música está en todas partes. Hoy mi prioridad es el boxeo, es una carrera corta donde puedo llegar muy lejos.
¿Has pensado saltar al profesionalismo o pretendes quedarte en el boxeo olímpico?
Veamos qué ocurre en Tokio y veremos qué pasa. Yo quiero mejorar todas mis marcas de lo que es Juegos Suramericanos, Panamericanos y ojalá lograr una medalla olímpica. Yo no pretendo hacerme profesional acá en Chile, si me ofrecen un buen contrato para irme lo pensaré, pero mi motivación no es el dinero, peleo por el país, por el orgullo, eso es lo que me gusta del boxeo olímpico, si me hago profesional me tienen que ofrecer muchas lucas, sino peleo por el país que es mucho mejor.