Desde el domingo, delegados del gobierno y de la coalición opositora se han sentado a negociar para salir del impasse político que vive el país sudamericano con el auspicio del Vaticano y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La continuidad del diálogo estaba supeditado a “gestos concretos” por parte del gobierno, según había explicado el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba: “Sin gestos concretos, el diálogo no puede continuar”, había advertido Torrealba. Unos gestos que este lunes por la noche se concretaron con la liberación de cinco personas que la oposición considera presos políticos.
El dirigente del partido Avanzada Progresista Carlos Melo fue detenido el pasado 31 de agosto por supuesta posesión de explosivos en vísperas de una multitudinaria marcha antigubernamental. Los asesores políticos de la MUD, Andrés Moreno y Marco Trejo fueron arrestados en septiembre tras realizar un video financiado por el partido Primero Justicia del ex candidato presidencial Henrique Capriles en el que se emplazaba al Ejército a reflexionar sobre la crisis que atraviesa el país.
Torrealba también anunció la liberación del estudiante Andrés León que ya estaba en arresto domiciliario por razones de salud y de Coromoto Rodríguez, jefe de la seguridad del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, detenido desde el mes de mayo.
La próxima cita entre gobierno y opositores será el 11 de noviembre en Caracas. En los diálogos sin embargo no participa Voluntad Popular del encarcelado Leopoldo López ya que denuncian que el gobierno lo único que busca es un poco de “oxígeno” en medio de las protestas contra Maduro cuya impopularidad, según el Venebarómetro supera el 76 por ciento.
Maduro, convocado en la Asamblea Nacional para su juicio político
Pese al inicio del diálogo, la MUD mantiene la presión en las calles y en el Parlamento. Según anunció Henrique Capriles, líder de Primero Justicia, “la agenda se mantiene, nada de eso ha cambiado”, dijo y confirmó la marcha opositora del 3 de noviembre.
Este martes, la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, ha convocado al presidente Maduro para que responda sobre su supuesta responsabilidad en la violación de los derechos humanos y la democracia. Lo acusan de incumplir sus funciones.
Pese a haber sido convocado, es muy poco probable que el mandatario acuda ante los diputados y que aseguró no estar dispuesto para “prestarme a ningún tipo de falsos juicios o intentos de golpe de Estado”.