El empresario Andronico Luksic citó a la prensa alemana para dar pie a una más de sus inversiones. La empresa Hapag-Lloyd que es ahora en su mayor parte propiedad de la millonaria familia. La naviera alemana se suma a las inversiones que el magnate tiene en el país teutón.
En la fastuosa conferencia el inversionista chileno además de hablar de sus negocios se refirió a los migrantes especificando que “quien es recibido, tiene una obligación de aportar”. El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung relató cómo Luksic, sin tomar en cuenta los profundos debates que buscan revindicar la figura de los migrantes y terminar con el racismo, lanzó un comentario lleno de críticas.
“Soy nieto de un migrante”, puntualiza el millonario. “Mi abuela era de Bolivia. Mi abuelo llegó con 16 años de Yugoslavia. Él viajó en tercera o cuarta clase, sin una moneda en el bolsillo. Cuando llegó al puerto de Antofagasta rezó: ‘Gracias, Dios, por poder estar aquí’. No exigió una casa para él. No tuvo educación gratuita y no solicitó una cobertura de salud. Él no dijo: ‘¿Dónde están mis derechos?’. Él dijo: ‘¿Dónde puedo trabajar?’. Luksic se inclina, como si no estuviera seguro de que el reportero alemán entiende lo que quiere decir: “Sabes, la migración debe ser ordenada. Un país no puede recibir a todos los que vienen. Quien es recibido, tiene una obligación de aportar. No se trata de egoísmo. Los humanos son iguales a los otros: mi padre, mi madre, mi hermana, mi vecino, mi país. No se nos debiera demandar ser más que eso”.
Como es de costumbre Andronico Luksic sacó sus garras y especificó que: “En el aumento de capital participaremos de tal forma que nuestra participación no baje del 25 por ciento”. Es el lema de la familia que ha capitalizado todo Chile y que entre sus inversiones se encuentran las más contaminantes del territorio.