La Hare Paenga, conocida también como “casa bote”, era la vivienda tradicional de Isla de Pascua, cuyo nombre significa “casa de una familia extensa”, lugar donde habitaban y convivían cerca de treinta personas, compartiendo sus tradiciones y formas de relacionarse con el entorno.
Este tipo de vivienda, que se comenzó a extinguir antes de la llegada de los primeros chilenos a la isla, es una de las casas que se pueden encontrar en el Museo de la Vivienda Tradicional Local, proyecto que llevan adelante las facultades de Arquitectura y Urbanismo, Ciencias Sociales, Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza y de Ciencias Agronómicas, iniciativa que busca relevar la vivienda como construcción cultural y social.
El museo está emplazado en el Parque Metropolitano de Santiago, que a partir de un convenio otorgó cerca de cinco hectáreas para la construcción de estas viviendas tradicionales, fabricadas a escala real. Hoy son nueve las casas instaladas, que muestran tipologías de vivienda de diversas partes de Chile –ruka mapuche, casa de Tilama y de Chiu Chiu, entre otras-, las que serán acompañadas por al menos cinco nuevas representaciones que se construirán el 2017.
Parte del equipo de esta iniciativa son los académicos Manuel Dannemann, de la Facultad de Ciencias Sociales y Ricardo Tapia, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, quienes relevan que esta iniciativa busca rescatar modelos y tipos de viviendas destinadas a la extinción.
Pero las viviendas no son sólo lugares de residencia. Lo que evidencian son “vestigios y presencias de seres humanos que hicieron de esa vivienda un hábitat, que lograron demostrar a través de ella sus formas de vida, sus distintas costumbres, sus pasiones, sus limitaciones, sus formas de salir adelante”, como explicó Dannemann.
Además, como agregó el profesor Tapia, las viviendas responden y dialogan con “las diferentes características geográficas y climáticas de Chile, como por ejemplo, una vivienda construida con piedra volcánica del extremo norte, o la vivienda que utilizan los pehuenches del Alto Biobío con madera cortada con hacha. No sólo son modelos viviendas de un tipo de arquitectura, sino que también un tipo de tecnología y de materiales que son muy representativos de este Chile profundo, todo eso reunido en un mismo lugar”.
El proyecto comenzó hace más de una década con estudios y trabajo de campo, y la vinculación del equipo con personas que pudieran dar de primera mano información sobre este tipo de viviendas. El proyecto fue tomando forma, hasta constituirse en un lugar que se plantea no sólo como “una conjunción de bienes culturales, sino que un lugar de visita y trabajo para estudiantes y académicos de esta universidad y otras universidades”, en miras a proyectos similares que “encontramos en algunos países que se han dedicado a los museos al aire libre, como es el caso de Suecia, Alemania e Inglaterra, que permiten entregar una dimensión de la cultura a través de una expresión tan poderosa como es el caso de la arquitectura”, como dijo el académico de la FACSO.
Es así como hoy este museo es un lugar dedicado a la investigación, donde estudiantes de carreras como Arquitectura e Ingeniería Forestal están desarrollando sus trabajos de tesis en el marco de esta iniciativa.
Asimismo, el equipo vinculado al proyecto está aplicando la integración del paisajismo en los lugares del museo donde se han construido estas viviendas. Además de esto, están reuniendo objetos que son parte de estos tipos de hábitat, como herramientas, utensilios, mobiliarios que se utilizaron, o en algunos casos, que se siguen utilizando en algunos lugares del país.
Así, la iniciativa hoy se plantea en miras a convertirse en uno de los espacios que el público pueda recorrer en sus visitas al Parque Metropolitano de Santiago, a partir del aporte museográfico y de recorridos que puedan hacer desde esa entidad, ya que como señaló el profesor Tapia, “esta iniciativa tiene un potencial enorme desde el punto de vista educativo”, a partir del “conocimiento temprano por parte de niños que puedan asistir a visitar una muestra representativa de lo que es la arquitectura vernácula (de tradición regional) chilena”.
Hoy el museo forma parte desde el 2011 de la Red de Arquitectura Vernácula Iberoamericana, coordinada por el Área de Historia del Arte de la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla. Dicha red está organizando el II Congreso Internacional sobre Arquitectura Vernácula entre el 2017 y 2018 en tres lugares de interés patrimonial que serán Cuzco, Perú; Carmona, España y Santiago, Chile, lugar donde el equipo del Museo de la Vivienda Tradicional Local será anfitrión del encuentro académico.